La ciudad de Tapalqué se hizo famosa hace un mes cuando inauguró el centro termal de cuatro piscinas en un parque de 17 hectáreas. Pero en la ciudad, además de un museo y conservatorio, hoteles y restaurantes, un balneario en el arroyo natural y los pueblos rurales en los alrededores, se puede conocer el atelier de un escultor donde el reciclado de chapas y chatarra se convierten en obras de arte.
Marcelo Quinteros es Profesor de Educación Física pero siempre estuvo ligado a la creación, hoy se luce como escultor y le contó a Tiempo que sus primeros pasos fueron en su adolescencia. “Empecé a soldar en la escuela técnica, y aprendí lo básico, hace dos años que empecé a jugar un poco con los fierros y me gustó sacar la expresión de lo que yo quería y fui mejorando de a poquito y a cada vez más”.
“Cuando era chico me gustaba el modelado en cerámica y encontré en el hierro, en la chapa y en la chatarra -si bien parece un material muy frío, duro y estructurado- que trabajándolos se pueden hacer un montón de cosas”, relató.
El artista invita a pasar a su atelier que está montado en su casa, y donde todo es fotográfico, la puerta del taller, la ventanita, todo de chapa y madera, elementos que lo acompañan en su día a día y donde piensa en detalle el paso a paso de sus proyectos.
Cada chapa o pedazo de hierro “es un gran rompecabezas para armar la dimensión de la escultura. Hacer animales o figuras humanas, que es lo que más me apasiona, cuando uno llega a la forma, a la figura que pensó e imaginó, es lo mejor que te puede pasar, es la felicidad plena”, reflexiona.
Justo en la entrada del taller hay un caballo, un petiso de polo tamaño natural. Sus crines, su porte, su cabeza, la cola, hasta en las tuercas de sus ojos impresiona la expresión. Para Marcelo Quinteros “cuando comienzo a trabajar el material y va apareciendo la escultura, lo voy disfrutando. Muchas veces tengo que cambiar radicalmente las cosas, tengo que cortar porque no me gusta y volver a empezar y eso también es el camino que uno recorre y es lo más atrapante”, le explica a Tiempo. “Lo disfruto a pleno y es lo que va mostrando para afuera. Con el caballo me pasa eso, por un lado estoy esperando para terminarlo porque me falta poco y por otro lado, no quiero terminarlo, porque sé que se va a ir “, dice y sonríe.
Pero justo en la entrada, hay un cuerpo de mujer confeccionado con alambre de púas. Es una obra impresionante tanto, que Tiempo le consultó sobre la idea ¿Te movilizó la violencia contra las mujeres, la realidad? “Se llama Afrodita siglo XXI”, dijo el artista y explicó que: ”Salió porque el tema de los femicidios, que me duele mucho, tengo tres hijas mujeres y más allá de eso me duele mucho que haya personas que crean que pueden de tomar la vida de los demás. Empecé a pensar en una piel que se pudiera defender de un agresor y busqué esa respuesta en el alambre de púas, la gente de la zona colaboró mucho, fue muy difícil hacerla, porque el material se te incrusta en las manos, pero pude hacerla como yo la había imaginado y la expuse en muchos lugares, no es soldadura, pero es la forma humana que es lo que me interesa transmitir”.
Hay obras de todo tipo. Del caballo, a los búhos y la obra que pone en alerta la violencia contra las mujeres, también se puede ver un par de piernas. No cualesquiera. ¿Las del Diego? ¡Sí!. Es el Diego en la jugada del gol de todos los tiempos, en México 86, «fue una de las primeras esculturas que empecé y por muchos trabajos que hice, la tengo para darle los retoques finales. Pero ya está». Mundial.
Más datos
Para visitar el atelier de Marcelo Quinteros en Tapalqué, hay que reservar el momento: @udaondoart /( 2281)-476423