YPF anunció un resultado negativo de $ 34.600 millones en su utilidad operativa y $ 30.256 millones en la utilidad neta en el tercer trimestre del año. La compañía admitió esos números en su comunicación a la Bolsa de Comercio y entre las principales causas argumentó la reducción del precio del petróleo comercializado en el mercado interno. Significan una pérdida de más de US$ 2.000 millones en tres meses.
A pesar de la mala performance económica, la petrolera de mayoría estatal señaló que logró aumentar la producción de hidrocarburos en 1,3%, con un promedio de 247 mil barriles de petróleo y 44,9 millones de metros cúbicos de gas por día. Esto le permitió tener ingresos por $ 55.800 millones en el trimestre, un 39,4% más que en el mismo período de 2015. Sin embargo, la empresa informó un aumento de costos de 61,2% con relación al año pasado, originado en la depreciación de bienes de uso y las mayores regalías que debió abonar.
La nota se conoce en los mismos días en que venció el acuerdo de tres meses entre el gobierno y las petroleras para congelar el valor de las naftas en los surtidores y ya hay especulaciones sobre una pronta autorización para retocarlos entre 6 y 8%. En ese sentido, la argumentación sobre el precio regulado en el mercado interno parece una velada crítica a las medidas que el gobierno adoptó este año.
Con el fin de evitar que la devaluación disparara abruptamente el precio de las naftas (que de todas maneras aumentaron 31%), el Ministerio de Energía pactó con las petroleras una reducción en el valor del barril local de 77 a 63 dólares. Esto alivió los costos de las refinadoras, pero disminuyó los ingresos de las productoras: en su informe YPF señala que medidos en dólares, los precios de los principales productos que la compañía comercializa mostraron resultados negativos: el precio del crudo cayó 12,9%; el precio de las naftas, un 15,7%, y el gasoil, un 18,7%, respecto del mismo período de 2015″.
Durante el ejercicio, YPF puso en producción 133 pozos nuevos y realizó una inversión de 11.700 millones de pesos, de los cuales el 69% fue destinado a sostener la actividad en sus áreas productivas, explicó la empresa al mercado. Además se puso en funcionamiento la nueva planta de coque en el Complejo Industrial La Plata y avanza la reestructuración de la planta de refinación de Luján de Cuyo, en Mendoza, cuya puesta en marcha se estima para el segundo trimestre de 2017.