Son alrededor de «medio millón» las personas desplazadas en el Líbano, a causa de los ataques de Israel desde octubre de 2023, incluidos cerca de 400.000 desde que el Ejército israelí iniciara durante la jornada del lunes una oleada de bombardeos a gran escala que deja hasta la fecha más de 550 muertos y más de 1.800 heridos.
Según cifras difundidas este miércoles por el gobierno libanés, había «110.000 desplazados y ahora esta cifra se está acercando al medio millón», dijo el ministro de Exteriores, Abdalá bu Habib, durante un acto organizado por el ‘think tank’ Carnegie Endowment for International Peace retransmitido por el organismo a través de su canal en YouTube.
«Nadie esperaba que la guerra tomara esta dimensión», enfatizó el funcionario. «Los libaneses hemos tenido suficiente guerra», ha manifestado, antes de incidir en que «es muy difícil para los libaneses aceptar lo que está pasando».
Destacó la importancia de Estados Unidos para contener el conflicto y apuntó que Washington «es la clave para la salvación, si puede usarse esa palabra». Sin embargo, ha argumentado que el Gobierno israelí, encabezado por Benjamin Netanyahu e integrado por ultranacionalistas y ultraortodoxos, parece «no poder sobrevivir, si no es con la guerra».
«Por eso no apuesta por un alto el fuego en Gaza. Ahora que no queda mucho en Gaza por destruir o hacer, giran hacia Líbano, donde está Hezbolá, que es uno de sus enemigos», ha explicado. «Están atacando, pero están también causando un gran daño a Líbano y a los libaneses, que no están tan implicados en la guerra«, ha lamentado.
En este sentido, ha recordado que «Israel aún ocupa una pequeña parte de Líbano, motivo por el que hay una resistencia y motivo que da algún tipo de legitimidad a esa resistencia», en referencia Hezbolá, que se ha negado a desarmarse, tal y como contempla el acuerdo tras la guerra de 2006 argumentando en parte que las fuerzas israelíes siguen controlando parte del territorio libanés.
En cualquier caso, ha hecho hincapié en que «si Hezbolá sigue armado, debería ser un problema libanés», antes de recalcar que «Hezbolá también es un partido político». «Tiene parlamentarios, tiene representantes en el Gobierno y la mayoría de nosotros hablamos con todos en Líbano», ha dicho, al tiempo que ha afirmado que el peso del grupo «ha sido muy exagerado».
«Hezbolá no controla el aeropuerto. Hezbolá no controla las fronteras», ha indicado. «Claro que tienen influencia, como otros. También tienen una base popular. Tienen influencia, quizá más que otros, pero no tienen influencia absoluta en el país. Si quieren nombrar un presidente, no pueden. Tienen que alcanzar un compromiso con otros», ha reseñado.
«Cada vez que ha habido una escalada, ha sido a causa de Israel», criticó el ministro libanés, antes de mencionar las explosiones coordinadas registradas la semana pasada en miles de dispositivos de comunicación, que dejaron más de 40 muertos y cerca de 3.500 heridos. «Fue un ataque principalmente contra Hezbolá, pero muchos civiles resultaron afectados», ha denunciado, antes de hablar de «acto contra la soberanía y la independencia (de Líbano)» y «un ataque contra el país».
Israel seguirá atacando
En tanto, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció el martes que continuarán los ataques
las fuerzas de su país contra Líbano. «Seguiremos atacando a Hezbolá», advirtió Netanyahu en un video, y acusó al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, de llevar a Líbano «al borde del desastre».
Además reiteró un llamado hecho el lunes de que los civiles evacuen las viviendas donde Hezbolá presuntamente almacenó misiles. «Quien tenga un misil en su sala y un cohete en su garaje ya no tendrá un hogar», señaló el primer ministro.
Con Europa Press y NA