El nuevo disco de Massacre estará dividido en tres partes y se llamará Nueve, ya que está compuesto por nueve canciones y es el noveno disco de la banda. Con la estética característica del grupo, el trabajo mostrará nuevas aristas de sonido. En formato físico será un objeto de colección, pero la banda también espera lograr la viralización en redes y plataformas, sonde por estos días se pueden escuchar como adelanto los temas “Ella va” y “La cita”. Así, los Massacre mantienen su vigencia tanto en la exploración musical, como cambiando el proceso de producción discográfica. Cada parte de Nueve tiene un responsable distinto: el nombre más conocido es el de Gustavo Santaolalla, al que le enviaron a Los Ángeles unas maquetas, grabadas en Buenos Aires, a las que el gran artista ganador del Oscar aportó su estilo. También trabajaron con Héctor Castillo, quien estuvo detrás de Fuerza natural, de Gustavo Cerati, y que trabajó con grandes nombres como David Bowie, Beck, Björk, y los Fabulosos Cadillacs, entre otros.
“Es una experiencia única, un placer que nos dio una libertad creativa increíble. Es un disco muy trabajado, muy detallista, lleno de matices”, resume Walas, histórico frontman de la banda. El tercero en la producción es uno de los propios: Federico “Fico” Piskorz, uno de los dos guitarristas de Massacre-, que terminó de darle forma a este disco que se grabó entre los estudios Sonic Ranch, en Texas, y en Estudios Panda, Romaphonic y Goodshit. Ahora se preparan para la presentación del show Riesgo Rex, en el Teatro Gran Rex, que promete psicodelia y potencia en partes iguales. Walas dice a Tiempo que ya quiere que llegue el día para mostrarlo, «para que vayan viendo de qué tratará el asunto».
-¿Cómo fue grabar en Estados Unidos?
-Yo venía de una gira de tres meses como cantante de Gracias totales, con Soda Stereo, haciendo temas de Cerati por varias ciudades de México y Estados Unidos, así que me fui para Texas, cerca de El Paso, para ponerme al servicio del productor Héctor Castillo y de Massacre. Vivimos ahí, en el estudio, uno de los mejores del mundo; está dentro de la más grande plantación de nueces de Estados Unidos, era una dedicación de 24 horas pero salíamos a caminar en momento libres, para hacer un recreo y seguir. Fueron días intensos; fuimos a ver el atardecer en el desierto, vimos cartuchos de escopetas y muchas serpientes y escorpiones. Recorrimos un poco la zona, y era loco porque, cuando salíamos a andar en bicicleta, nos acercábamos al muro de la frontera y aparecía un drone sobrevolando. Todo eso creaba un ambiente especial. Después nos fuimos a mezclar a Nueva York y ya fue otra cosa.
– ¿Hay algo del disco que se verá en la presentación en el Gran Rex?
-Si, la estética y cómo sonamos, vamos a tratar de ser fieles a lo que quedó grabado. Es un teatro enorme, que suena bárbaro, así que queremos aprovechar. Es la segunda vez que vamos a tocar ahí: hace unos años presentamos Ringo. La acústica invita a tratar de que todo salga perfecto. Estarán los músicos de Santaolalla, por lo que muchas canciones sonarán igual, con arreglos de cuerdas y demás. A Gustavo lo conocíamos, pero no habíamos trabajadocon él: vino a comer a casa una vez, trajo sus vinazos y nos quedamos hasta la madrugada charlando, pero sin pensar que ahora íbamos a hacer algo juntos.
-¿Cuáles fueron sus aportes?
-Un montón. Aportó profundidad, grandeza y ese ambiente de desierto y aventura que le gusta a él, y que nos queda bien a nosotros. De hecho “Riesgo” es un tema que hicimos con él y es el que le da nombre a este show, al que le agregamos el “Rex”. No sólo produjo, sino que tocó y cantó también. Metió varias violas y algunos de esos instrumentos diferentes o fuera de lo común que le gustan. Se copó y metió armonías vocales.
-¿Cómo sentís que se combinó con el estilo de ustedes?
– A la perfección. Yo empecé siendo un punk rocker autodidacta, pero en un momento me puse a estudiar canto, me puse un poco más metódico con respecto a la respiración y la vocalización, pero uno no termina de aprender su instrumento. Estuvo bueno aprender de él. Con los chicos nos conocemos de memoria, hace mucho que estamos trabajando y está bueno tener la mirada distinta de otros, para explotar otros costados nuestros. Tocamos mucho en vivo, estamos afilados, pero siempre que te propongan alguna sutileza distinta, está bueno.
Un largo camino y nuevos desafíos
-¿Con este disco buscan ampliar público o es para los seguidors más fieles?
-A los que nos siguen, les va a gustar, pero es distinto. Quizá alguien nos descubre ahora, pero no algo que uno se plantea. Nosotros tenemos múltiples lecturas en nuestras letras, tenemos una poética abierta, desde siempre. Somos bastante simbolistas, damos lugar a variadas interpretaciones, por lo que las letras siguen esa idea. También creo que cada uno se agarra de la densidad sonora de nuestros temas como quiere. En este caso, tratamos de no meter tantas guitarras distorsionadas, pero aportamos otras cosas. Riesgo Rex es distinto a los demás, quisimos darle otra onda. Mucha psicodelia, muchos viajes sonoros, búsquedas distintas. Pero hay algo que nos identifica, hay características que nos distinguen. Esto es Massacre, sin dudas. La música creo que es hermosa, y nosotros somos solo una gota en un mar hermoso y eterno. Y necesario. No imagino la vida sin música y sólo me interesa compartirla con los demás, con el que quiera, para eso estamos.
-¿Ustedes sienten que tienen una estética propia?
–Lo nuestro tiene algo de absurdo, tiene que ver con lo patético del ser humano, con el sinsentido que es esta realidad que nos toca. Tenemos un imaginario que está en los videos, en el escenario, en los discos. Y en eso fuimos forjando un estilo que se fue afianzando con los años.
-Cuándo empezaron, ¿se imaginaban que llegaría este presente?
-No, ni locos. Sólo queríamos ser como los grupos punk brasileños que escuchábamos. Aspiramos a sonar como ellos, ni siquiera como los yankees, nos conformábamos con emular el sonido de Olho Seco, Fuego Cruzado, Brigada del Odio o ese tipo de bandas. Es un recorrido que se dio así y estamos contentos. Cuando empezamos era otra industria, era muy distinto todo. Eran fanzines, tratar de salir en el suplemento rock de los diarios, mandar cartas, y repartir volantes para tener recitales cada tres meses. Ahora hay una inmediatez que hace todo más fácil. Estuvo bueno ir viviendo todo eso que cambió y hoy poder seguir haciendo lo que hacemos. Vamos a tener también una gira larga por la Argentina y vamos a ir a ciudades de España, a Berlín y a Londres. Nos gusta planificar y también dejar fluir. Hasta aquí llegamos así, y creo que seguiremos concentrados en lo que tenemos que hacer: crear las canciones más bellas que podamos. Hago terapia todas las semanas para manejar la ansiedad; la verdad es que más allá de la tarea que me toca, como todos, tengo miedo de la Tercera Guerra Mundial, que se destruya todo. Supongo que el arte es una manera de salir de ahí, aportando elementos oníricos, himnos de nueva espiritualidad
Massacre
Presenta su show Riesgo Rex, para adeantar parte de su próximo disco con grandes invitados El 19 de mayo a las 20.30 en el Teatro Gran Rex.