Vox Humana de Guillermina Etkin será la primera de las doce obras que presentará Paraíso en su programación 2025, de la que participarán también artistas como Federico León, Diana Szeinblum, Ivana Müller(Francia) y Jimena Márquez (Uruguay), entre otros.

La obra de Etkin Vox Humana propone un trabajo interdisciplinario que indaga en la relación entre la voz humana y el registro de un órgano de tubos que intenta emularla. Vox Humana construye un artefacto performático que cruza en escena tres voces más, un órgano digital y GlaDys,  un instrumento electroacústico de tubos excitados por parlantes, construido especialmente para la obra, que replica la dinámica acústica de la glotis humana.    

Paraíso Club es un espacio cultural autogestivo que propone una lógica innovadora de producción cultural en la que sus socios y/o su audiencia se transforman en la productora de nuevas creaciones artísticas con posibilidad de acceder a un estreno de teatro, danza o performance por mes. Además de desmontajes de las obras, objetos diseñados por los artistas del club, experiencias situadas y descuentos en cursos y talleres de dramaturgia, dirección, escritura y actuación. 

Guillermina Etkin

Vox Humama fue creada y estrenada en el marco del Festival de Nueva Ópera de Buenos Aires (FNOBA)  en  espacio CheLA  en octubre de 2024 con el apoyo de Fundación Atlanticx y Fundación Williams. 

La compositora dialoga con Tiempo y habla de las singulares características de su obra.

Vox humana, el origen del proyecto

-¿Cómo surge la idea de Vox Humana?

-A partir de una invitación para hacer una pieza audiovisual en algún espacio a elección del CCK en plena pandemia. Nos invitaron a varios artistas que trabajamos en artes escénicas y en distintas áreas de la música para crear una pieza audiovisual. Recorrimos todo el Centro Cultural ya que teníamos la posibilidad de elegir cualquier espacio que nos interesara. Pero al llegar al Auditorio Nacional y encontrarme con el órgano Opus Klais 1912, no dudé de que ese era el lugar en el que quería  intervenir.

Pero me dijeron que no se podía porque en ese momento no había conciertos, y que solamente se estaban haciendo trabajos de mantenimiento y afinación. Me interesó registrar el proceso de afinación de este instrumento tan particular. Nos dieron la autorización correspondiente y nos contactaron con el grupo Organería Argentina integrado por cuatro personas: Juan Weinhold, que es ingeniero electrónico y organista, una especie de maestro de los demás integrantes, Alejandro Galli, Pablo Fernández y su hijo Tomás.

Nos quedamos fascinadas con Natalia Labaké con quien trabajamos la parte audiovisual de la pieza. Nunca habíamos entrado a un órgano de esas características tan especiales. Son tres pisos por escalera, 3.600 tubos con un mecanismo súper complejo con denominaciones de las partes del órgano bastante particulares y sugerentes.

Por ejemplo la sala en la que se guarda el aire se llama “La Secreta”. Empezamos a hacer muchas preguntas y Weinhold nos contó la historia del registro de “Vox humana”. Se trata del trabajo de Aquilino Amezua, reconocido organero vasco español que, a fines del siglo XIX y comienzos del XX, diseñó un registro de voz humana para el órgano de tubos, estudiando laringes de cadáveres.

Aquilino Amezua

Su objetivo era conseguir que el timbre de los tubos sonara lo más parecido posible a la voz humana. Estudió de forma minuciosa la tráquea de los muertos, hasta crear el registro al que llamó “Vox Humana”, y que bautizó “laringe artificial”. 

-¿“Vox Humana” surge entonces de esta especie de revelación?

-Este descubrimiento motivó la idea de concebir un instrumento en el que tratamos de llegar a emular la voz humana por medio de tubos a los que se suma la utilización de electrónica y voces humanas reales. Posteriormente me postulé para participar de la escuela de invierno, que es un programa de formación en nueva ópera de la Fundación Atlanticx y la Fundación Williams y esto llevó a la creación de esta obra.

-¿“Vox Humana” es solo una pieza musical o la encuadrarías dentro de otra categoría?

-Me parece interesante poder pensar esta obra en términos de ópera, ya que su configuración sonora genera, a su vez, una dramaturgia o estructura escénica. La historia de Aquilino Amezua genera muchas preguntas que se desprenden a partir de este vínculo entre lo humano y lo maquínico. Comprobar si es posible que una máquina pueda emular la voz humana. Hasta ahora no existían estos modelos de voz humana generados por inteligencia artificial. Se podría decir que, si bien es cierto que en nuestra obra conviven un órgano de tubos y procesadores, esto no quiere decir que  con estos elementos se puedan emular palabras. El aparato no puede emular consonantes, por lo tanto, no puede emitir palabras.

Todos estos elementos, sonidos, luces, voces, generan un lenguaje en sí mismo que es propio de esta obra. Por este motivo es una propuesta performática en la que hay una interacción de diversos elementos.

-¿Cómo se llevó adelante el proceso de creación sonora para “Vox Humana”)

-Una vez que se me ocurrió la idea, lo charlé con Manuel Eguía. Él dirige un programa de investigación en la Universidad de Quilmes donde yo estudié composición y del que soy parte.

Le comenté mi proyecto de construir un instrumento que emulara la voz humana tratando de prescindir de la inteligencia artificial. Y a partir de esta de esta premisa se generó algo nuevo, un instrumento llamado GlaDys, que es un acrónimo de Global Acoustic Dinámic System, que está basado en un modelo matemático de cómo funciona la glotis humana y que es un instrumento de tubos y parlantes.

 Este instrumento fue desarrollado por Antonio Ortega Brook y Darío Ruiz del Laboratorio de Acústica y Percepción Sonora – UNQ Informática musical (LAPSO). 

GlaDys puede generar notas y alturas, las que también pueden ser moduladas a la manera en que vocaliza un ser humano, o sea, va teniendo diferencias por la modulación de las vocales.

-En cierto modo te adelantaste tres años a esa idea de generar un aparato que emulara la voz humana pero desde una perspectiva humana y no desde una perspectiva totalmente digital.

-Con inteligencia artificial hubiera sido muy fácil conseguir un resultado similar. Pero lo que me interesaba en realidad era formular ciertas preguntas, hacer este instrumento a partir de la idea original de Aquilino Amezua. Me imagino a esta persona del siglo XIX  intentando buscar en la garganta de un de un cadáver una clave del sonido de la voz humana.

Me parece algo bastante misterioso y que abre otras preguntas respecto a cómo funciona el vínculo entre lo humano y su voz y la máquina. Es lo que termina pasando en la obra, porque la máquina y los cantantes comparten esta escena.

De todos modos, y a pesar de todos los adelantos tecnológicos que hay y que habrá en el futuro, lo fascinante es que no hay una voz igual a la otra, y que ningún aparato está en condiciones de generar la vibración y la emoción que genera una voz humana.

Vox Humana de Guillermina Etkin se presenta el miércoles 29 a las 20 y jueves 30 de enero a las 20 y 22 en Espacio CheLA. Iguazú 451, CABA. Localidades disponibles. El desmontaje será el viernes 31 de enero a las 19h en Palpita (Palpa 3390, CABA). 

Ficha técnica

Voces: Wo Portillo del Rayo, Julián Larquier Tellarini, Graciela Oddone 

Música: Guillermina Etkin, Wo Portillo del Rayo, Julián Larquier Tellarini, Graciela Oddone y Alessandro Scarlatti

Sierra sensible: Damiana Poggi

Órgano y teclado GlaDys: Guillermina Etkin

GlaDys – Sistema dinámico glótico (acústico)

Diseño y estudios acústicos: Manuel Eguía, Antonio Ortega Brook, Darío Ruiz. 

Realización: Laboratorio de Acústica y Percepción Sonora – UNQ Informática musical: Antonio Ortega Brook

Documentación audiovisual LAPSO: Ezequiel Hilbert

Diseño de luz y espacio: Agnese Lozupone 

Asistente en luz: Manon Minetti  

Vestíbulo: Lara Sol Gaudini

Vídeo órgano: Natalia Labaké

Vídeo GlaDyS: Antonio Ortega Brook 

Asesoramiento en órgano: Tomás Alfaro

Dramaturgia: Damiana Poggi

Puesta en escena: Guillermina Etkin y Damiana Poggi 

Concepto y dirección: Guillermina Etkin