A raíz del actual brote de viruela del mono en la República del Congo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este miércoles la emergencia internacional en torno a esta enfermedad. En lo que va del año, se registraron más de 17.000 casos y más de 500 muertes en 13 países de África, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de ese continente.
“Hoy me reuní con el comité de emergencia y me comunicó que la situación constituye una emergencia de salud pública de alcance internacional y acepté esa recomendación. Es una situación que debería preocuparnos a todos”, dijo el director general de la agencia sanitaria de Naciones Unidas, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Es la segunda vez en el año que sucede un escenario similar, por lo que la organización considera que esta patología puede convertirse en una amenaza sanitaria internacional, con una tasa de mortalidad estimada en un 3,6%.
Vías de contagio
La viruela del mono se caracteriza por dos clados genéticos, I y II. El primero consiste en una amplia agrupación de virus que ha evolucionado a lo largo de décadas y clínicamente distinto, mientras que el segundo es más transmisible y causa una enfermedad más grave.
La declaración de emergencia se dio además porque no circula una única variante del virus. En tanto, según consignó la agencia NA, los especialistas alertaron que hay distintos niveles contagio, mientras que hace dos años la transmisión era casi exclusivamente por vía sexual.
De los más de 17.000 casos registrados en este 2024, más de 14.000 se dieron en la República Democrática del Congo, epicentro del brote.
Alarma internacional
La declaración de una emergencia de salud pública de importancia internacional es el nivel más alto de alarma según el derecho sanitario internacional. Es un estatus asignado por la OMS a “eventos extraordinarios” que representan un riesgo para la salud pública de otros países a través de la propagación internacional de enfermedades y pueden requerir una respuesta internacional coordinada, según los planteos de esa organización.
Esta alarma mundial encuentra a la Argentina en una situación particular. El 10 de junio el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó que el Gobierno había tomado la decisión de no adherir al Tratado sobre Pandemias de la OMS.
“Esta decisión se comunicó en la Asamblea Mundial de la Salud que se realizó en Ginebra, Suiza, donde autoridades del Ministerio de Salud de la Nación y de Cancillería Argentina dejaron en claro que nuestro país no suscribirá ningún acuerdo pandémico que pueda afectar la soberanía nacional. En Argentina las decisiones las toman los argentinos”, definió el portavoz de Javier Milei en conferencia de prensa.