El 25 de noviembre se conmemora hace 23 años el Día de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, una problemática que tiene una lamentable vigencia en nuestro país y en el mundo.
El 1 de noviembre, el Observatorio Adriana Marisel Zambrano de la Casa del Encuentro había registrado 247 femicidios, siete trans travesticidios y 16 femicidios vinculados desde el 1 de enero de 2022 hasta el 31 de octubre. Del total de víctimas mujeres, 51 habían realizado denuncias, nueve de los femicidas tenían medida cautelar de prevención y 15 de ellos eran agentes o exagentes de fuerza de seguridad.
El lunes pasado, la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación organizó el encuentro “Del enfoque punitivo a un abordaje integral: estrategias y desafíos en la prevención, atención, investigación, sanción y reparación del femicidio en América Latina”, para poner el común el estado de situación de violencias en los diferentes países de la región.
De acuerdo a lo que se debatió, es urgente abordar el llamado «síndrome alienación parental» que se ve como un fenómeno creciente en la región y se utiliza como una herramienta de violencia contra la mujer a través de sus hijos. Otros temas fueron la trata de mujeres y la ciberviolencia.
“Sigue siendo clave el tema del acceso a la justicia para las mujeres víctimas y sus familias”, explica a Tiempo Argentino Tatiana Bensa de MECESVI (Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará). “En toda la región se está legislando y se están brindando herramientas, pero no bajan porque hay altas cifras de impunidad. Para atajar eso hay que garantizar el acceso a la justicia en todo su recorrido: desde el servicio de atención legal a mujeres víctimas, hasta lo que es luchar contra los sesgos de género en los procesos judiciales hasta llegar a la reparación”, agregó.
“Con el Poder Judicial venimos construyendo una relación. Hay esfuerzos de los diferentes poderes judiciales del continente hacia incluir más perspectiva de género y desmontar los estereotipos. Es lento, hay pocos recursos, pero hay una semilla. Este año junto con la Corte Suprema de México y con la Corte Interamericana de Derechos Humanos, armamos una red de enlaces de género de los poderes judiciales. Y el sentido de esas redes es conectar a todas las áreas de género de los poderes judiciales, para seguir al trabajo”, afirmó Bensa.
La violencia digital
Una de las violencias que aumentó en los últimos años es la violencia digital. En México, luego de una ardua lucha se logró la aprobación de la Ley Olimpia. En la Argentina, la Ley Olimpia y la Ley Belén están a la espera de ser tratadas en el Congreso.
“La Ley Belén plantea la incorporación de la violencia digital al Código Penal, planteando multas y sanciones porque no está tipificada y se puede ejercer la violencia digital y puede tener consecuencias terribles sin que haya responsables para la justicia”, relata a Tiempo la Mónica Macha, diputada del Frente de Todos.
“A su vez, la Ley Olimpia plantea que la violencia digital se incorpore a la Ley 26.485 porque desde ahí vamos a poder generar instancias de prevención y contención y vamos a poder definir políticas públicas”, agrega la diputada. Las leyes esperan ser debatidas desde agosto. Desde su presentación, hasta ahora, las organizaciones que trabajan en esta violencia reciben diariamente denuncias y pedidos de asesoramiento.
La violencia simbólica
El crecimiento de la violencia simbólica contra las mujeres es otro tema de debates permanentes en los últimos tiempos. De acuerdo a la investigación “Nuevas derechas y propaganda: ¿qué dicen de los feminismos en Youtube y TikTok?”, realizada por la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad con apoyo de la Fundación Heinrich Boll, el 78% del contenido en redes de las nuevas derechas estigmatiza los feminismos. El estudio analizó 24 cuentas y 66 videos de ambas plataformas entre enero y mayo de este año.
“Hay una enorme gama de discursos estigmatizantes y discriminatorios, que desde el punto de vista de la libertad de expresión no son regulables, pero que podés poner en juego otro tipo de estrategias más pedagógicos. Pero lo que aparece como reflexión sobre la cual está media humanidad pensando estrategias, es que se ve que la sumatoria de estos discursos estigmatizantes y discriminatorios, aunque no inciten directamente a la violencia, son el caldo de cultivo sobre el que se sostienen las violencias”, expresa Sandra Chaher presidenta de Comunicación para la Igualdad.
De acuerdo a una encuesta realizada por Grow-género y trabajo, la violencia simbólica afecta al 66% de las mujeres cis, al 61% de las personas de otras identidades y al 29% de los varones cis.