La gobernadora María Eugenia Vidal deberá esperar al menos una semana más para tener presupuesto y ley fiscal 2017. Aunque los senadores y diputados estaban convocados para hoy, las sesiones extraordinarias en ambas cámaras se cayeron por la falta de acuerdo entre Cambiemos y el peronismo en la negociación que mantienen por el endeudamiento y el reparto de cargos.
La negociación se estancó luego de que el peronismo se plantara a Cambiemos con una serie de planteos para hacer valer la mayoría numérica que posee y que lo convierten en la primera minoría -pese a estar dividido en tres bloques en cada cámara- y reclamar la vicepresidencia de Diputados, que el gobierno ya acordó dársela al massismo, más la Defensoría del Pueblo, más los cargos vacantes en el tribunal de Cuentas y la Suprema Corte de Justicia.
Los pedidos fueron rechazados por el ministro de Gobierno, Joaquín De la Torre, durante una reunión informal que mantuvo con los intendentes Gabriel Katopodis (San Martín) y Francisco Durañona (San Antonio de Areco), el diputado provincial Fernando Chino Navarro, y el titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, en representación de los distintos sectores que conviven hoy en el peronismo bonaerense.
La estrategia peronista fue puesta en marcha por el ex ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien busca posicionarse como el referente de la unidad y romper el acuerdo legislativo que Vidal tiene con Sergio Massa desde el año pasado y que apuesta ahora a revalidar con el presupuesto 2017 y el recambio de autoridades en la Cámara baja, tal como habían acordado de palabra hace un año.
En ese momento, el trato fue que el Frente Renovador se quedaba con la presidencia, que ocupa Jorge Sarghini, y Cambiemos con la vice, que está en manos de Manuel Mosca, por un año y que luego rotaban esos cargos. De esta manera, Mosca debe pasar a comandar ahora la cámara y un legislador del massismo -Sarghini avisó que no continúa y el candidato más firme es Ramiro Gutiérrez- la vice con poder de firma. El planteo del peronismo a Vidal puso en alerta al massismo que ya avisó que no dejará la presidencia hasta que el panorama no esté claro.
Lo cierto es que antes de la incursión de Randazzo, los intendentes del Grupo Esmeralda y los dirigentes del Movimiento Evita -que pueden darle los votos que Vidal necesita como ya ocurrió en enero con el presupuesto actual- ya habían avanzado en distintas cuestiones del presupuesto con el Ejecutivo como la reedición de un fondo para obras en las comunas, la baja del endeudamiento y la titularidad de la Defensoría del Pueblo, hoy ocupada de manera interina por el radical Marcelo Honores. Fuentes del gobierno aseguran que esos pre acuerdos siguen en pie y le bajan el precio al ex ministro del Interior.
El que ya avisó que no votará ni el presupuesto ni el endeudamiento y que rompe con la tan mentada unidad peronista es ex jefe de bancada del FpV, José Ottavis, quien aseguró que no hay ninguna razón que justifique los 95.000 millones de pesos que pide Vidal. Lo que no está claro aún es cuántos de sus colegas de bancada -son 17- lo acompañan en esa postura.
Por ahora, la negociación sigue estancada y no hay nueva fecha oficial de sesión, aunque se especula que la convocatoria sería para el 21 o 22 de diciembre en ambas cámaras. En esa fecha también podría tratarse en el Senado el pliego de designación de Julio Conte Grand como procurador general de la Suprema Corte de Justicia, un trámite que requiere de mayoría absoluta de los miembros, un problema más para Vidal.