Luego de que la gobernadora María Eugenia Vidal sostuviera que el voto electrónico se usa en todas partes del mundo, expertos en informática y en sistemas electorales criticaron la reiterada y rechazada propuesta en el Congreso, intención del oficialismo de instaurar un sistema de voto electrónico en todo el país. A su vez, volvieron a pedir que se extienda la boleta única en papel. Vidal miente, en los primeros 20 países más importantes del mundo se vota en papel en 19, afirmó Javier Smaldone, administrador de sistemas.
Vidal a acaba de decir que en el mundo no se vota con papel. De los 20 primeros países según el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, 19 de 20 votan con papel y el 20mo es Estados Unidos en donde el 70% vota con papel, eso algo dice, ironizó el programador. El riesgo principal según el grueso de los informáticos se opone al uso de computadoras para votar, la tecnología hoy no nos permite construir sistemas seguros, no hay métodos para eso, aseguró en diálogo con Tiempo Argentino.
El voto electrónico fue una de las iniciativas que el Poder Ejecutivo no pudo imponer en el Congreso el año pasado gracias a la difusión de sus debilidades técnicas y políticas por parte de especialistas, pero en mayor medida, por la resistencia de los senadores. Ahora, según los datos preliminares de la elección del domingo, el Senado será más amarillo que antes ya que podrán sumar unos doce legisladores en una cámara en donde siempre estuvieron en minoría.
Por su parte, Beatriz Busaniche, de la fundación Vía Libre, recordó en su Twitter que no importa si son K, anti K, Pro, anti Pro… si se valora la democracia, hay que oponerse al voto electrónico y detalló que es profundamente antidemocrático, no respeta las garantías de secreto, integridad y transparencia y el ciudadano pierde el control.
En tanto, Delia Ferreira, integrante de Transparencia Internacional, sostuvo que el escrutinio provisorio tiene que estar en manos independientes y no de uno de los competidores.
Para Smaldone, el problema es que cuando voto a través de una computadora, no me consta que ese sistema no está almacenando y transmitiendo a un tercero cómo estoy votando, al votante no le consta que no se sepa cómo votó, argumentó. Perder la cualidad de secreto del voto es como volver a una situación anterior a 1912, con la ley Sáenz Peña, sostuvo.
El informático da cuenta de que el problema de las elecciones del domingo no estuvo en el conteo sino en la publicación. Los datos los recibió una empresa privada, INDRA, que trabaja en el país desde hace 20 años y está cuestionada en todos lados del mundo. El problema estuvo en la publicación de los datos, enfatizó.