La mandataria fue la oradora central del acto 360° que se realizó, como en 2015 y 2017, en el Centro Asturiano de Vicente López, y que también contó con la presencia estelar del presidente Mauricio Macri. «Es cábala, tenía que ser acá», dijo Vidal al subir al escenario circular luego de los discursos de su compañero de fórmula, el vicegobernador Daniel Salvador; el primer candidato a diputado nacional, Cristian Ritondo, y el intendente anfitrión, Jorge Macri.
En la misma línea de los actos anteriores, Vidal habló de la importancia de estas elecciones, del «momento histórico» que vive Argentina, repasó logros de los tres años y medios de gestión y pidió el voto para ella y para Macri para poder seguir «transformando el futuro» y no volver al pasado. «Es un momento histórico porque por primera vez en más de 90 años vamos a tener un presidente no peronista electo que termina el mandato, y que puede volver a ser electo, pero sobre todo histórico porque en solo tres días vamos a empezar a decidir el futuro de nuestros hijos y nietos y vamos a poder reafirmar que este es el lugar desde donde queremos construir los próximos 20 años», dijo.
Luego, y tras realizar un extenso agradecimiento que incluyó a funcionarios, candidatos, a su familia y amigos, comenzó a repasar los logros de su gestión que «no son sarasa»: habló de las obras contra las inundaciones, de las rutas, del SAME, de la renovación de las guardias, de la tasa de mortalidad infantil «más baja de la historia», de la enseñanza de robótica en las escuelas y de lo que llamó la «revolución silenciosa», en referencia al millón de bonaerenses que volvieron a estudiar bajo su gobierno.
Ya en el tramo final del acto, Vidal pidió a los bonaerenses que vayan a votar el domingo y pidió abiertamente que «no le suelten la mano» ni a ella ni a Mauricio Macri, a quien definió como «un bonaerense que dio peleas muy difíciles y valientes». «Les pido que vayan a votar no sólo porque es su derecho sino porque es una enorme oportunidad de hacer oír su voz y de decir que querés una provincia que te cuide y no le garantice impunidad a las mafias», dijo Vidal antes de arengar a «no bajar los brazos».
Mirando a cámara y apelando a la emoción, Vidal reiteró que siente a la provincia «como un hijo más» y aseguró que su corazón «está con los 17 millones» de bonaerenses. «Por eso les tengo que pedir que ahora me sigan sosteniendo la mano como lo hicieron estos tres años y medio, que ahora nos sigamos abrazando, no solo los necesito yo sino otro bonaerense que dio peleas muy difíciles y muy valientes», dijo antes de presentar y darle la palabra a Macri, el último en hablar.
El jefe de Estado fue recibido al grito de «Se siente, se siente, Macri presidente» y dedicó todos los primeros minutos de su discurso a elogiar a la gobernadora, quien como ya hizo en 2017 se puso la campaña al hombro y es la figura clave de Cambiemos.
«Lo mejor que le pasó a esta provincia en los últimos 30 años es María Eugenia Vidal. Voy a intentar describir el nivel de admiración, respeto y de cariño que tengo por esta mujer», dijo emocionado y enumeró: «Esta mujer es fuerza, coraje, capacidad, tenacidad, todo eso combinado por una sensibilidad que la hace única». También la definió como «una topadora». «Ahí tienen a una leona que va a dar todas las peleas que haya que dar, siempre poniendo la cara hasta en las que no le toca. Cuando está convencida es ‘una topadora'», agregó. Vidal seguía el discurso a unos metros con lágrimas en los ojos.
Después, Macri se dirigió a los bonaerenses para pedirles que sigan siendo protagonistas y que renueven su voto de confianza en las urnas. «Gracias por estar, por bancar, por poner, por estar. También tengo que pedirles hoy más que nunca que estén, que se sigan sintiendo y haciendo protagonistas», dijo y aseguró en la misma línea que Vidal que «este domingo es muy importante porque se definen muchas cosas, si seguimos hacia el futuro o volvemos al pasado. Si seguimos dando batalla contra la corrupcion y el narcotráfico, si seguimos integrandonos al mundo o si le damos la espalda», dijo antes de subir la voz para gritar eufórico -en el mismo tono que lo hizo en el cierre de campaña de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad- que «no volvemos al pasado porque el país que queremos está en el futuro».