“La fuerza me la da mi hijo”, dijo a la prensa Verónica Ojeda, la ex mujer de Diego Armando Maradona, poco antes de entrar a la sala de audiencias en los Tribunales de San Isidro, donde se lleva adelante el juicio por la muerte del Diez en contra de siete profesionales de la salud por el delito de «homicidio simple con dolo eventual”. Sentada ante los jueces, la mujer aseguró que lo había visto “desfigurado”, apenas dos días antes de morir.
La declaración testimonial de Ojeda era esperada con gran expectativa, sobre todo por lo que podía decir en contra del principal sospechosos, el neurocirujano Leopoldo Luque, aunque sus dichos también abarcaron la posible responsabilidad de otros imputados. Entre sollozos, la mujer precisó que el 23 de noviembre fue la última vez que vio a Maradona.
“Llegué y estaba solo con Coria y una enfermera que estaba en el living leyendo una revista. Ahí entré a verlo y lo vi desfigurado. Todas las manos hinchadas, la panza hinchada. Le decía ‘Diego qué te pasó’. Le decía a Coria que se fuera y me decía ‘No puedo, tengo ordenes de quedarme’. Y lo que más me llamó la atención es que Coria lo tenía agarrado de la mano todo el tiempo. A mí no me parecía algo normal”.
Ojeda se refiere a Julio César Coria, el ex custodio de Diego Maradona, quien fue detenido, aunque luego liberado, por falso testimonio apenas iniciado el juicio. «El 23 de noviembre le dije a Diego que no lo veía bien. Que me llamara por cualquier cosa. Que tenía olor y estaba mal. Que había olor a baño en la habitación. Le dije que se bañara y afeitara. Ese 23 me fui muy mal y fue el último día que lo vi con vida”, continuó.
«A Diego lo tenían secuestrado, sentía temor a todo”, expresó la madre de Diego Fernando, el hijo menor de Maradona, y añadió: «le robaron todo”, «tenía miedo de quedarse solo”.
Ojeda apuntó también a la psiquiatra Agustina Cosachov, al indicar que el ídolo argentino «no quería hablar con ella”. A su vez, puntualizó que Cosachov y Luque, entre otras personas, mantuvieron una reunión para solicitar la internación domiciliaria de Maradona y poder retirarlo de la Clínica de Olivos.
Ojeda Vs. Morla
La expareja de Diego hizo referencia a un episodio que ocurrió en el último cumpleaños de Maradona, el 30 de octubre de 2020, cuando cumplió 60. «El ultimo cumple de Diego fui al mediodia y estaban Víctor Stinfale y Matias Morla. También Maxi Pomargo, Monona, Jana que se habia quedado a dormir, un amigo de Gianinna despues llegó. Cuando llegué, Diego estaba en la cama tirado, Dieguito fue corriendo a saludar a su papá y Diego estaba como entredormido, apenas hablaba. Al rato llegó el arquero de Gimnasia (Fatura Broun). Todos querían despertar a Diego pero nadie se animaba, así que el aquero entró, lo despertó y lo cambió».
En el medio le muestran un video con saludos, la entonces vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se comunica con él y sigue llegando gente a la casa. En un momento, «Diego se fue afuera y estaba entredormido. No se sentía muy bien. Había que llevarlo a un partido en La Plata porque lo iban a saludar y Vanesa me dijo que Diego se había manchado una remera azul y me dijo ‘Por favor decile que se cambie la remera’. Fui le dije que se tenía que cambiar, y Vanesa me dice que no se saque la campera de Gimnasia». Finalmente, Maradona fue trasladado a La Plata.
«Diego no estaba en condiciones de ir y no tenía ganas. Fue porque después me enteré de que había un contrato con una marca que Morla había hecho por no sé cuánta plata para que Diego saliera con esa remera que decía el nombre de la marca, por eso lo querian llevar sí o sí. La voluntad de llevarlo fue de Matías Morla«,
«Con Vanesa Morla y Maximiliamo Pomargo -cuñado de Matías Morla y asistente de Maradona– le maneajban la vida a Diego y por eso yo hablaba mucho con ellos. Pomargo me decia que era secretario de Diego y después terminó siendo uno de los dueños de la marca Maradona, me mintió en la cara. Me decía que él no cobraba sueldo, y era dueño de la marca Sattvica«, declaró.
Las declaraciones del médico Schiter
Este martes, también declaró el médico Mario Schiter, quien trabajaba para Swiss Medical y actuó como veedor en la autopsia por pedido de Claudia Villafañe. El galeno había tenido una larga relación médica con Maradona, incluyendo tratamientos por adicciones en Uruguay y Cuba.
“A Diego lo atendí en diversas circunstancias cuando se realizaba chequeos neurológicos, teníamos un vinculo muy cercano», expresó, al tiempo que recordó que había tratado al Diez en su peor momento: cuando lo acompañó a Cuba para recuperarse del cuadro cardíaco que había sufrido en el 2000.
Tal como se esperaba, el médico apuntó contra Luque, al afirmar que la internación domiciliaria que decidió para tratar al futbolista era «arriesgada» debido a su historial médico. “Para mí tendría que haber ido a un centro de rehabilitación”, puntualizó ante los jueces del TOC Nº 3 de San Isidro.
“Cuando un paciente está de alta hospitalaria, no necesariamente está de alta médica. Por el hematoma subdural (que lo habían operado) no había nada más que hacer, pero por su situación médica sí”, añadió.
«La autopsia me ayudó a confirmar mis sospechas sobre los problemas de salud que tenía Diego«, continuó el médico, y advirtió que “Maradona entró en una insuficiencia cardíaca y una miocardiopatía dilatada. Insuficiencia cardíaca agudizada por el no cumplimiento de la dieta. El líquido comenzó a ocupar el espacio pleural e intersticial”.
«El corazón estaba agrandado. Tenía las paredes dilatadas. También, los pulmones estaban edematizados y congestionados como consecuencia de la insuficiencia cardíaca», concluyó.