Javier Milei le declaró la guerra a los gobernadores tras el fracaso de la Ley Ómnibus. La vendetta fue ejecutada por Luis Caputo, que anunció la eliminación de los subsidios al transporte en el interior del país.

En la ciudad de Córdoba, una cuna del mileismo el boleto de colectivo podría trepar a los $1000, mientras que en Rosario podría llegar a los $800, cifras demoledoras en un contexto de acelerado deterioro económico.

Mientras bailaba en el Muro de los Lamentos, en Israel, Milei buscó dar muestras de que no habrá perdón para quienes consideró “traidores” por no haber acompañado la Ley Bases. Claro que su venganza no la pagará la política, sino la gente.

La caja compensadora de subsidios al transporte surgió como una forma de equilibrar los precios de los boletos con los valores que se pagaban el área metropolitana. La inflación fue licuando ese aporte, pero sirvió para contener los aumentos.

El presidente busca que sean los gobernadores quienes paguen el costo político de no acompañar las iniciativas del gobierno. “Puede ser que primero la furia de la gente vaya contra los gobernadores, pero va a haber un efecto cascada que va a llevar el malhumor contra el propio Milei”, le dijo a Tiempo un experimentado ex funcionario nacional.

La pulseada con los gobernadores podría llevar al gobierno a una parálisis legislativa: parece difícil que se sienten a negociar si el gobierno les pone le pistola arriba de la mesa.

Además de la metralla de agravios que les prodigó en las redes sociales, cortar los recursos de las provincias puso a los mandatarios a la defensiva. Incluso a los más cercanos, como Alfredo Cornejo, que criticó la medida.

“La eliminación de subsidios de transporte para el interior del país, sosteniendo los del AMBA, incumple el Pacto Fiscal de 2017. Se mantienen fuertes asimetrías entre el conurbano bonaerense y el resto del país. Bienvenido el orden fiscal, pero debe ser equitativo”, escribió el gobernador mendocino en sus redes sociales.

No fue el único, salvo Jorge Macri, los otros 22 mandatarios apuntaron contra el gobierno nacional cuando se enteraron de la quita de subsidios. “Nunca creímos que iban a cortar los subsidios al transporte”, dijo el gobernador santafesino Maxi Pullaro con insólita candidez.