Este martes las organizaciones sociales nucleadas en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) volvieron a concentrar en las puertas del ministerio de Capital Humano liderado por Sandra Pettovello. Las UTEP presentó un pliego reivindicativo concreto: alimento en los comedores, jubilaciones y financiamiento para el Monotributo Social. 

“Ya van cerca de 10 meses que Pettovello y Milei decidieron desabastecer criminalmente los comedores y espacios comunitarios que garantizan un derecho mínimo de alimentación a millones de familias en los barrios populares” publicó la UTEP en sus redes convocando a la movilización. 

“Mientras en la justicia 9 jueces ya fallaron a favor de nuestro reclamo, ellos siguen desoyendo, y suben la apuesta dando de baja el Monotributo Social costo cero que permite la formalidad, la cobertura de salud y la posibilidad de jubilarse a cientos de miles de trabajadores y trabajadoras de nuestro sector”, continuaba el comunicado.

El eje alimentos sigue siendo central para la central gremial de la economía popular. “En las ollas de los comedores hay cualquier cantidad de gente haciendo la fila para llevarse el plato de comida. No son solo niños y adolescentes, son trabajadores, trabajadoras, son jubilados, jubiladas” explicó Nicolás Caropresi, dirigente nacional del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). “Tenemos que seguir discutiendo cómo se va a sostener el funcionamiento de esos espacios en esta emergencia social y económica que pareciera que viene para largo”, reclamó.

Es que las organizaciones no solo reclaman la entrega de alimentos a comedores y merenderos, ya que mediante presión judicial y a regañadientes de Capital Humano los alimentos se fueron repartiendo. Reclaman también discutir la red de asistencia social y las políticas públicas para sostenerla. El debate no se agota en los galpones de Villa Martelli y Tafi Viejo, sino en cómo sostener el plato de comida de sectores de la población pobre e indigente, que va en ascenso.

“Hay algo que hay que reconocer y es que el gobierno amplió la edad de 14 a 17 años para hijos e hijas de beneficiarios/as de la Tarjeta Alimentaria. Reconozco que es una posible solución para por lo menos 500 mil adolescentes a lo largo y ancho del país”, explicó Caropresi, al tiempo que agregó: “Esta necesidad de ampliar marca que el problema que venimos denunciando hace meses es realidad. Lo que no contemplan esta medida libertaria de darle directamente al individuo, que no tengo nada en contra, es que hacemos con la gran masa de familias no contempladas en la Tarjeta Alimentar y que cada día se acercan a nuestros espacios”. 

Los otros dos ejes reivindicativos van de la mano: jubilaciones y monotributo social. Hace varios años los trabajadores de la economía popular habían logrado que el Estado se haga cargo del 50% del aporte a la obra social (en el caso de los titulares del ex Potenciar Trabajo el subsidio era del 100%). El gobierno de Javier Milei derogó esta posibilidad, haciendo peligrar la posibilidad que miles de titulares puedan acceder a un beneficio lo más parecido a un trabajo registrado con posibilidad de aporte jubilatorio y obra social. 

“Sumamos la gravísima noticia que finalmente van a dar de baja algunas líneas de financiamiento que había para el Monotributo Social. Ahora por una decisión caprichosa de ajustar con los más débiles en políticas donde no produce un impacto en la macroeconomía, o sea, el gasto para mantener los aportes de obra social de estos compañeros y compañeras es ínfimo al lado de otros gastos. Hay una especial saña con los trabajadores de la economía popular organizados en las unidades productivas y en las cooperativas donde poco a poco van arrancando sus derechos”, argumenta Caropresi.

Pettovello también dio de baja al 10% del padrón de los monotributistas sociales, en una de sus “auditorías”. La ministra dispuso, además, que durante octubre quienes cobran programas sociales deberán reempadronarse para poder seguir dentro del Monotributo Social. Son reempadronamientos virtuales, inaccesible para gran parte de la población más vulnerable, reempadronamientos en los que se desgranan más beneficiarios. Los alcances de la política social que le dio origen a este régimen se seguirán reduciendo.