Uruguay quiere que cada país del Mercosur avance por su cuenta en la aplicación del acuerdo con la Unión Europea. El tema fue planteado en las diversas reuniones que se sucedieron entre el martes y este miércoles. El resto de los integrantes del bloque comercial –incluida la Argentina- avalaron la posición.
Mientras tanto, las expectativas de Montevideo de comenzar a instrumentar el acuerdo a fin de año o a principios del próximo podrían chocar con una dura realidad. Es que la Comisión Europea, el Poder Ejecutivo de la Unión Europea, lanzó una advertencia: para ingresar al territorio de la UE, los productos del Mercosur deben cumplir con todos los estándares europeos.
El acuerdo entre la UE y el Mercosur fue incluido en las declaraciones finales de los presidentes. Los mandatarios también destinaron una específica a la situación de Venezuela; otra para defender las lenguas aborígenes; una tercera sobre el fortalecimiento de la democracia; y otra más sobre el terrorismo y el 25° aniversario de la voladura de la AMIA.
«En el Mercosur han cambiado los tiempos», expresó la negociadora de Uruguay, Valeria Csukasi, en la conferencia del martes, que abrió la Cumbre en la que Argentina concluía su presidencia pro témpore y ésta pasó a manos de Brasil.
Como la finalización del proceso de ratificación del acuerdo UE-Mercosur llevará varios años (lo deben aprobar los Parlamentos de los 28 países de la UE, además del Parlamento Europeo y los de los cuatro países del Mercosur), Uruguay presiona para que pueda regir bilateralmente.
«Teniendo la posibilidad de que este acuerdo comience a entrar en vigor provisionalmente para la UE con la simple aprobación de Parlamento Europeo -no de todos los países miembro-, vamos a apostar a la entrada en vigor bilateral, de país (europeo) a país del Mercosur», afirmó en declaraciones tomadas por la agencia francesa AFP.
Csukasi explicó que a medida que cada socio del Mercosur lo ratifique, podrá comerciar bajo el nuevo régimen sin tener que esperar por los demás.
En cambio, el negociador argentino, Horacio Reyser, no fue tan categórico y amplió a un plazo de dos años la espera para que los productores argentinos comiencen a ser beneficiados con el acuerdo.
Control europeo
En tanto, la Comisión Europea, a través del comisario de Agricultura, Phil Hogan, confirmó que «no habrá productos que lleguen a la Unión Europea que no cumplan los estándares europeos», en referencia a aquellos que se importarán tras el acuerdo comercial con Mercosur.
Los ministros del área de la eurozona se reunieron en Bruselas el lunes para tratar el acuerdo con el Mercosur y sus consecuencias para el sector. El titular español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, explicó que España pidió que la Comisión «evalúe los impactos sobre el conjunto de los sectores» que tendrá el pacto.
«En caso de resultar negativas», especificó Planas respecto a las consecuencias, pidió que se arbitren «las medidas vía cláusula de salvaguardia», una disposición que permite una excepción a la norma comunitaria por grave crisis económica. El ministro comparte la visión mayoritaria en el sector agrícola, que considera que se encuentra en «una situación desequilibrada desde el punto de vista comercial», aunque apuntó a que España tiene que «conseguir que el acuerdo con Mercosur sea positivo» comercialmente.