Ahí va Uruguay. Tuvo una primera ronda ideal en cuanto a resultados y cerró el grupo con una goleada ante Rusia, el local, el que aparecía como favorito. Y lo más importante es que, tras dos partidos en los que ganó sin jugar del todo bien, apareció el equipo en el tercero. Fue un 3-0 (goles de Suárez, Laxalt y Cavani) que reflejó lo que pasó en la cancha en cuanto al juego.  Uruguay llega a los octavos de final con un equipo bien armado, consolidado, con una defensa firme, un mediocampo que ganó en juego y una delantera temible. Y eso hace que se lo tenga en cuenta ante cualquier rival.

Lo más interesante que mostró el equipo que conduce el maestro Tabarez fue ese mediocampo con más juego que en anteriores mundiales. Con Vecino y Bentacour repartiéndose la recuperación y la distribución de la pelota, más Nández como auxilio constante por la derecha. En el debut arrancó Arrascaeta por la izquierda, un enganche con dominio y mucha actitud ofensiva. Contra Rusia entró Torreira, mucho más luchador, aunque con criterio a la hora de jugar con el balón. Y el Cebolla Rodríguez como primer recambio. En definitiva, un mediocampo que se muestra como una evolución de todo lo que mostró Uruguay antes de llegar a Rusia para disputar este Mundial.

Y así, sin goles en contra, con cinco goles a favor, con Suárez y Cavani como armas ofensivas de primer nivel, con más juego y con una defensa muy firme que se hace fuerte a partir de sus centrales, Uruguay jugará el sábado su partido de octavos. 

El rival será Portugal, que pasó con lo justo a los octavos de final como segundo en el grupo B. Irán lo tuvo a maltraer al equipo de Cristiano Ronaldo, que falló un penal. Fue 1<1 y estuvo a punto de quedar eliminado si sobre el final del encuentro se cooncretaba un tanto de los asiáticos que pasó muy cerca del poste.

El otro partido por los octavos de final que ya quedó definido es Rusia ante España, que también la pasó muy mal ante Marruecos. Fue 2-2 pero le alcanzó para ser el primero en el grupo.