El gobierno de Milei exhibe al menos 12 de los 14 síntomas del Ur-fascismo (fascismo eterno), enumerados por el escritor y filósofo italiano Umberto Eco en su famoso ensayo antifascista de 1995.

1- La primera característica de un Ur-Fascismo es el culto de la tradición.

Desde la simbología visual en gráficas e ilustraciones digitales, hasta frases y discursos del presidente siempre apuntando al país de fines del 1800, el «granero del mundo», época en la que primaba el modelo agroexportador, con enormes brechas sociales y la falta de acceso a derechos esenciales. Como cuando declaró: «La Argentina arranco el siglo XX siendo el país más rico del mundo y hoy está en el puesto 140».

fascismo

2. El tradicionalismo implica el rechazo del modernismo.

La Ilustración, la edad de la Razón, se ven como el principio de la depravación moderna. En este sentido, el Ur-Fascismo puede definirse como «irracionalismo». En la presentación del Palacio Libertad, declaró: “La Universidad Pública Nacional hoy no le sirve a nadie más que a los hijos de los ricos y a los de la clase media alta”.

3. El irracionalismo depende también del culto de la acción por la acción.

Pensar es una forma de castración. El uso de expresiones como «Cerdos intelectuales».

Y la universidad como guarida de comunistas. La sospecha hacia el mundo intelectual ha sido siempre un síntoma de Ur-Fascismo.

Foto: Edgardo Gómez

4. Ninguna forma de sincretismo puede aceptar el pensamiento crítico.

El espíritu crítico opera distinciones, y distinguir es señal de modernidad. La comunidad científica entiende el desacuerdo como instrumento de progreso. Para el Ur-Fascismo, el desacuerdo es traición. El último «soldado» caído: Ramiro Marra.

5. El desacuerdo es, además, un signo de diversidad.

El Ur-Fascismo crece y busca el consenso explotando y exacerbando el natural miedo de la diferencia. El primer llamamiento de un movimiento fascista, o prematuramente fascista, es contra los intrusos.

6. El Ur-Fascismo surge de la frustración individual o social.

Una de las características típicas de los fascismos históricos ha sido el llamamiento a las clases medias frustradas por alguna crisis económica, asustadas por la presión de los grupos sociales subalternos.

7. Los únicos que pueden ofrecer una identidad a la nación son los enemigos.

De esta forma, en la raíz de la psicología Ur-Fascista está la obsesión por el complot, posiblemente internacional.

El propio Milei habló de «conspiración» en momentos donde subía el dólar blue. Apuntaba al FMI, a Massa, a bancos como Macro.

Lo mismo sucede con el cambio climático.

8. El péndulo ideológico y discursivo

Gracias a un continuo salto de registro retórico, los enemigos son simultáneamente demasiado fuertes y demasiado débiles.

En determinados momentos el kircherismo «is over». En otros momentos lidera «canalladas» para «voltear» a su gobierno.

9. Para el Ur-Fascismo no hay lucha por la vida, sino más bien, «vida para la lucha».

El pacifismo es entonces colusión con el enemigo; el pacifismo es malo porque la vida es una guerra permanente.

«La paz nos volvió débiles», declaró Milei en el Foro de Davos. Otro tremendo ejemplo del belicismo y anti pacifismo.

Milei
Foto: Captura TV / NA

11. En esta perspectiva, cada uno está educado para convertirse en un héroe.

En todas las mitologías, el «héroe» es un ser excepcional, pero en la ideología Ur-Fascista el heroísmo es la norma. Este culto al heroísmo está vinculado estrechamente con el culto a la muerte.

12. Como tanto la guerra permanente como el heroísmo son juegos difíciles de jugar, el Ur-Fascista transfiere su voluntad de poder a cuestiones sexuales.

Éste es el origen del machismo (desdén hacia las mujeres y costumbres sexuales no conformistas).

Desde «el Estado es un pedófilo en el jardín de infantes» a «los niños envaselinados» o frases como las de Nicolás Márquez, su biógrafo: «Yo que tengo 49 años, si quiero tener sexo con un menor de 8 años, me autopercibo de 8 y no soy un abusador».

13. El Ur-Fascismo se basa en un «populismo cualitativo».

Cada vez que un político arroja dudas sobre la legitimidad del parlamento porque no representa ya la «voz del pueblo», podemos percibir olor de Ur-Fascismo.

Foto: Edgardo Gómez

Este sábado se marchó en todo el país, y la oposición debería buscar confluir en un gran frente antifascista. El fascismo polariza. «O estás con nosotros o sos un delincuente/ñoqui/zurdo/degenerado». Debemos ponerle el freno que el congreso y la justicia no le han puesto.