Las políticas de vaciamiento del gobierno de Javier Milei junto a la circulación de discursos de odio son dos características identitarias de su gestión. El ajuste en áreas sensibles como educación, salud, ciencia, seguridad social y Derechos Humanos –entre otras– no cesa. Los despidos cotidianos de sus trabajadores y trabajadores se suman al cierre total de dependencias que dejan de atender a quienes necesitan sus servicios.

El régimen de ajuste y endeudamiento que lleva adelante el Ejecutivo nacional sólo puede desenvolverlo con la reconversión de un Estado que ofrezca garantías a uno represor. Así quedó demostrado en la desmesura del despliegue de fuerzas de seguridad los dos últimos miércoles en el Congreso Nacional. Desde temprano, el vallado de las calles y las largas filas de efectivos delimitaban un escenario de provocación al reclamo de los jubilados y los manifestantes, sindicatos y organizaciones que salieron a acompañarlos y brindarles su apoyo.

La agresión a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años a quien debieron coserle la cabeza luego del empujón de un efectivo policial, presagió un día negro. Una hora más tarde, en Solís e Hipólito Yrigoyen, el reportero gráfico Pablo Grillo era alcanzado por un proyectil que impactó de lleno en su cabeza, dejándolo en grave estado. Una vez más, un trabajador de prensa atacado por el simple hecho de ejercer su trabajo: contar lo que pasa. Desde Tiempo queremos enviarle toda la fuerza a él y su familia, con el deseo de que siga mejorando.

La propuesta económica libertaria es clara. El modelo de un país importador, sin producción y con la especulación financiera como principal actividad, conecta al pasado de la dictadura cívico-militar con este presente en el que, al igual que en esos años, las mayorías populares son las principales víctimas de un modelo de exclusión y desempleo.

Este 2025, el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia no sólo implica reflexionar sobre las atrocidades del ayer y sus víctimas, sino que también debe interpelar sobre los riesgos y las amenazas que hoy aún enfrentamos. El reclamo de verdad y justicia está más vigente que nunca y es la herramienta esencial para enfrentar a un ejercicio presidencial autoritario como el actual.

Bajo el gobierno de Milei, esta memoria histórica está en riesgo. Con total impunidad quiere pasar su motosierra y borrar los 49 años de construcción ciudadana y conquistas democráticas. La única garantía de que no lo logre es con el freno de las mayorías populares en las calles, mostrando que el pueblo no olvida ni renuncia a dejar de luchar.

La obligación de refundar la memoria es urgente. Sólo así se puede planificar el futuro. El sueño por el que tantas generaciones lucharon: una Argentina con derechos, justicia social e inclusión. La construcción colectiva con estos objetivos es la que puede consolidar una democracia sólida.

Mañana, como hace nueve años, Tiempo estará en la calle. Nos podés encontrar en dos puestos: uno en Diagonal Norte y Florida y otro en Avenida de Mayo y Piedras. Los y las esperamos allí porque la consigna más importante desde el retorno democrático sigue vigente ¡Nunca Más!