En plena escalada diplomática entre Rusia y Estados Unidos por Ucrania, no solo el presidente Alberto Fernández encara una visita hacia tierras moscovitas. La ministra de Salud, Carla Vizzotti, también viajó hasta la Federación Rusa para interiorizarse de las últimas novedades productivas del Instituto Gamaleya y para intercambiar estudios que demuestran la efectividad de Spuntik V. Dosis específicas adaptadas a Ómicron, unas nasales y otras para adolescentes, tres de las principales innovaciones que encara Rusia en la próxima etapa contra el Covid-19.
Según lo informado por el Ministerio de Salud, en el encuentro con el director del Instituto Gamaleya, Alexander Gintsburg, y su equipo, los científicos rusos compartieron con Vizzotti sus líneas de investigación, que involucran tanto el desarrollo de una vacuna específica contra la variante Ómicron como la estrategia de combinar la vacuna intramuscular con una vacuna intranasal que sería, según explicó la ministra, “una estrategia para complementar en la nasofaringe la inmunidad que da la vacuna inyectable, con el objetivo de disminuir la posibilidad de infección por Ómicron”.
Mañana, junto al embajador de Argentina en la Federación Rusa, Eduardo Zuain, Vizzotti se reunirá con su par ruso, Michail Muraško, y con su equipo, como parte del intercambio y colaboración que vienen realizando para compartir los avances de la campaña de vacunación, la situación epidemiológica y la información en relación a los estudios que realizó Argentina. Muraško informará los planes que tiene Rusia en relación a la vacunación de adolescentes: en los próximos días ya que están comenzando a vacunar a adolescentes de entre 12 y 17 años con la vacuna Sputnik M. Es la siguiente innovación de Gamaleya adaptando el producto original, luego de lo que fue Sputnik Light. Por el momento las autoridades nacionales esperarán a ver los resultados y estudios de esta vacuna para adolescentes, teniendo en cuenta dos factores: Argentina posee stock suficiente para esa población, y posiblemente la llegada de una Sputnik para adolescentes levantaría aún más rechazos y lobbys en contra de la oposición mediática, política y médica de lo que fue Sinopharm.
Efectividad
La relación de Argentina con Rusia se potenció con Sputnik V. Nuestro país fue junto a Bielorrusia el primero que la aprobó y luego la promovió en otros países que se sumaron, como Bolivia. Hoy son 70 en todo el mundo que la utilizan. Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) aún no la aprobó. En la reunión la Argentina se comprometió a «proveer a la OMS los datos de efectividad y seguridad con los que cuenta Argentina con el objetivo de ampliar la información para el proceso de evaluación de la vacuna Sputnik V para la incorporación en la lista para la autorización de uso de emergencia con toda la información». Estiman que la Federación Rusa completará el envío de la información a fin de este mes y se programaría la visita final por parte de la OMS durante el mes de febrero.
En el encuentro también hablaron de las dosis que restan enviar de los contratos firmados, y la posibilidad de un nuevo contrato para fines de 2022 y 2023, en vistas a seguir aplicando una dosis anual, como se hace con la gripe, en caso de que finalmente la pandemia pase a ser una endemia.
Otro eje del encuentro se centró en los estudios realizados por Argentina sobre el impacto de la efectividad de la campaña de vacunación y de la combinación de vacunas contra el Covid. “Es importante relacionar la investigación básica en relación a las pruebas y los ensayos clínicos que están haciendo ellos con lo que pasa con la vacunación de Argentina y la combinación de diferentes vacunas en la vida real”, sostuvo Vizzotti durante el viaje en el que también analizarán los datos de efectividad de las vacunas utilizadas en Argentina y los resultados finales del estudio de esquemas heterólogos, que se desprenden del trabajo que realizó la Argentina en colaboración con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RIDF).
En las últimas horas se conoció un estudio encabezado por la investigadora del Conicet y del Instituto Leloir, Andrea Gamarnik, que demuestra que a lo largo de 6 meses de recibida la vacuna Sputnik V, los anticuerpos neutralizantes para diferentes variantes de SARS-CoV-2 se mantienen con el tiempo.
«A los 6 meses los anticuerpos caen pero los anticuerpos neutralizantes del virus se mantienen. Esto es similar a lo que se ve con las vacunas de Pfizer y Moderna», explicó Gamarnik. Si bien los anticuerpos totales caen unas diez veces en los primeros seis meses tras la aplicación de Sputnik V, la capacidad neutralizante específica contra el Sars CoV-2 y sus variantes se extiende con una leve disminución apenas a los 180 días. Esto puede ayudar a prever cuándo colocar refuerzos para quienes estén inoculados con la vacuna rusa.
La investigadora acotó que «este trabajo fue el fruto de una colaboración de investigadores del CONICET del Instituto Leloir, del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (INBIRS) y del Consorcio PAIS con el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires en el que participaron 8 hospitales públicos bonaerense», y acaba de ser difundido en mBio, una revista que pertenece a la Sociedad y a la Academia de Microbiología de Estados Unidos.