Estamos en presencia de una crisis extremadamente volátil, que se desarrolla a gran velocidad y representa una tragedia tan previsible como evitable. Asimismo, atravesamos un momento excepcional de la historia. La humanidad está al borde de un conflicto termonuclear, en medio de graves problemas como las pandemias, el hambre, la crisis energética y alimentaria, la concentración de la riqueza, la desocupación, una revolución científico tecnológica que movió los cimientos de la vida cotidiana y los efectos del cambio climático.
Previsible porque era de esperar que la política guerrerista y de acumulación por desposesión de las transnacionales, el gran capital financiero y el complejo militar industrial, todos ellos representados hoy por los gobiernos de EE.UU., el Reino Unido e Israel, que durante largas décadas vulneraron el derecho internacional, como en Malvinas, y todos los acuerdos entre los estados, en algún momento y lugar iban a encontrar un “STOP”.
Evitable porque hubo innumerables oportunidades para encontrar soluciones a través de un dialogo civilizado y las potencias occidentales lo evitaron priorizando el poder de la fuerza avanzando con el cerco a Rusia.
Dos procesos
El poder concentrado enfrenta hoy un problema insoluble. A partir de la década del 70 del siglo XX fue abandonando progresivamente la acumulación de riqueza y la reproducción ampliada del capital a través de la producción de bienes priorizando la financierizaciòn de la economía y la especulación financiera, esta estructura encontró sus límites y está estallando, por lo cual intentan un reseteo global impulsando un genocidio malthusiano. Los países centrales del poder occidental enfrentan una fenomenal crisis interna. A su vez no tienen respuesta ante el crecimiento de los emergentes como China, India, Irán entre otras, cuyos PBI en conjunto ya superaron al de los países considerados desarrollados.
Por otro lado, para comprender lo que esta ocurriendo hay que repasar la historia de Ucrania y Rusia, dos pueblos hermanos con el mismo origen. Sobre todo, lo sucedido después del golpe de estado del 2014, propiciado por EEUU y la OTAN.
Claves
. Desde 1991, caída de la URSS y el campo socialista, las fuerzas anglosajonas tenían en la mira a Ucrania. Este país es el nexo entre Europa y Asia. La ambición de controlar Ucrania estaba expresada por el geógrafo inglés Hartford Mac Kínder a principio del siglo XX: “El que controle el continente euroasiático dominará el mundo”. No lo lograron en los primeros años, pero en 2014 generan un golpe y desalojan al gobierno constitucional de Yanukovich. Instalan un gobierno de derecha con infiltraciones filo nazis referenciados en Stephan Bandera, que había colaborado con los nazis en la invasión de 1940/41. Estos grupos incendian la Casa de los Sindicatos en Odesa quemando vivos a medio centenar de personas en 2014.
. La población de Crimea, mayoritariamente ruso parlante, se resiste al nuevo gobierno, se realiza un referéndum y el 97 % decide unirse a Rusia. La resistencia se extiende a una parte del Donbàs, en las provincias de Lugansk y Donetsk que se proclaman Republicas Populares, con lo cual se desata una guerra civil que ya dejó 15.000 muertos.
. En 2014 y 2015 se concretan los acuerdos de Minsk I y II, por los cuales Ucrania se compromete, ajustándose a su constitución, a otorgar cierta autonomía a ambas provincias del Donbàs y realizar elecciones democráticas. El gobierno de Poroshenko primero y el de Zelenski después no hicieron nada para cumplir lo firmado, pero apoyados por occidente agredieron permanentemente a ambas poblaciones cortando el suministro de electricidad, alimentos y realizando bombardeos periódicos. Gracias a la ayuda de Rusia los 4 millones de habitantes sobrevivieron.
. Caída la URSS, EEUU impone al mundo el unipolarismo desconociendo todos los acuerdos previos y el derecho internacional: traiciona el acuerdo Baker-Gorbachov de 1990 por el cual la OTAN no avanzaría sobre el este de Europa, sin autorización de las NU invade y pulveriza Yugoslavia, por “error” hace lo propio en Iraq dejando 1 millón de muertos, luego Líbano, Libia, Siria, Afganistán, lo intentan en Georgia, Bielorrusia y Kazajistán, y fracasan. Apoyándose en el gobierno títere y ultranacionalista de Kiev comienza a instalar misiles de alto poder en toda la frontera rusa, sobre todo en Polonia y Rumania. Zelenski con el guiño estadounidense amenaza desarrollar armas nucleares con tecnología soviética. EEUU y la OTAN insinúan su voluntad de incorporar a Ucrania a la organización.
. En el año 2003 Rusia pide entrar en la OTAN y es desestimada. En Múnich en 2007 Putin advierte que se deben respetar los acuerdos de Estambul en 1999 y Astaná en 2010 sobre indivisibilidad colectiva de seguridad y construir una nueva arquitectura de seguridad, fue ignorado por occidente.
. Hace 2 meses las cadenas de medios occidentales comenzaron a batir el parche advirtiendo sobre el peligro de acumulación de fuerzas rusas en la frontera con Ucrania, amenazándolo con sanciones, que por otro lado ya estaban decididas por el bloque anglosajón, solo necesitaban construir una excusa para detener la certificación del Nord Strean II, entre otras medidas.
. Rusia plantea: que Ucrania no debe ingresar a la OTAN, que retiren los misiles de su frontera (lo mismo había pedido Kennedy a Kruschev en 1962), respetar la indivisibilidad en seguridad y cumplir los acuerdos de Minsk. Occidente no hizo nada, solo quería aplicar las sanciones y demonizar al país eslavo, aunque este con unas de las reservas en divisas más grandes del mundo y la alianza con China, India, Irán y Pakistán, se fue preparando para resistir.
. EEUU perseguía: paralizar el gasoducto por el Mar Báltico para vender el gas propio e imponer el proyecto “Nabucco”, aislar a Rusia de Europa sobre todo de Alemania, someter aún más a Europa, perjudicar a China en el despliegue de la Nueva Ruta de la Seda, paralizar el crecimiento de Rusia debilitando así la alianza sino rusa, e intentar retomar la iniciativa después del fracaso en Afganistán, la caída de Biden en las encuestas y la ineficacia de la gestión demócrata.
. Putin reconoció la independencia de las provincias del Donbàs y firmó con ellas acuerdos de amistad, colaboración y ayuda mutua. Decide una operación militar especial para desmilitarizar y desnazificar Ucrania. En 24 horas desbarata el poderío aéreo de Kiev, sin víctimas civiles. Zelenski quedó solo reclamando ayuda sin ser escuchado. La OTAN, EEUU y el Reino Unido lo embarcaron en la aventura, convirtiendo a Ucrania en el país más empobrecido de Europa, y ahora lo abandonan.
. Quedan muchos interrogantes planteados: ¿hasta dónde llegará Rusia con la desnazificaciòn?, ¿Cómo se reorganizará Ucrania?, ¿Cómo Rusia sobrellevará las sanciones?, ¿si es una nueva derrota del bloque anglosajón y globalista, como parece, que pasará en la política de EEUU?, ¿Europa recuperará algún grado de independencia, dejando atrás su pusilanimidad?, ¿Qué porción del gobierno controla Zelenski y cuanta los filos nazis?
Por lo pronto todo indica que hemos entrado en la nueva era anunciada en el histórico documento firmado por Vladimir Putin y Xi Jinping el 4 de febrero último en Beijing, y que asistimos al fin del unipolarismo. Una esperanza surge con un posible acuerdo Minsk III, en medio de una guerra económica, mediática y psicológica desatada por occidente.
Las paradojas de la historia, en los campos de Borodino en 1812 se comenzó a desintegrar el ejército napoleónico, en 1945 la URSS sepultó las ilusiones de dominio universal de Hitler y en 2022 Rusia les puso freno a las políticas imperiales anglosajonas de desconocimiento del derecho internacional, de la carta de NU y el avasallamiento de los pueblos.