Una de las amas de llaves de la Quinta de Olivos durante la presidencia de Alberto Fernández afirmó que nunca vio a la exprimera dama Fabiola Yáñez con golpes o moretones, pero el fiscal Ramiro González dudó de su versión y le preguntó si tenía problemas en la vista.

El diálogo, que quedó reflejado en el acta de la declaración de Cintia Romina Tonietti, la empleada doméstica que aún hoy continúa trabajando en Olivos, parece demostrar lo que se viene: con alto grado de probabilidad la fiscalía pedirá la indagatoria de Fernández en la causa en la que está denunciado por su expareja por violencia de género.

Tonietti trabaja con Fernández desde 2018 y tras las elecciones que lo ungieron presidente lo acompañó a la residencia. “Yo estaba encargada del chalet presidencial, hacía trabajo de higiene. Recibía todas las cosas dirigidas a Alberto y Fabiola y se las llevaba a ambos”. Testigo directo –por sus tareas– de lo que ocurría en la dinámica de la pareja, aseguró no haber visto ni el ojo tumefacto ni el moretón en el brazo de Yáñez que fueron difundidos en los medios de comunicación.

Cuando le preguntaron si había visto esos golpes respondió: «No, y yo la ayudaba a vestirse cuando no llegaba la asistenta en vestuario. También la veía en bikini cuando iba a la pileta. (…) Nunca observé eso».
El fiscal González insistió en saber qué pensó cuando vio las fotos difundidas mediáticamente. «La verdad me asombré, yo nunca me percaté de esas cosas». Entonces el fiscal replicó: “¿Tiene problemas de visión o usa anteojos?”.

Tonietti confirmó los problemas de adicción al alcohol que padecía Yáñez. Incluso mencionó un episodio en el que ambos «estaban en el chalet y él le llamó la atención a Fabiola porque estaba alcoholizada. Puntualmente le preguntó si no le daba vergüenza estar en ese estado frente a su hijo».

Tonietti vio a Fabiola alcoholizada en “cantidad de ocasiones”, pero no precisó cuántas. “Sí puedo decir que varias veces Francisco estaba con su niñera Noelia y Fabiola quería estar con él en estado de ebriedad. En ese momento mayormente Alberto Fernández estaba trabajando». También describió las circunstancias de esa ingesta: “Tenía sus temporadas. En ocasiones pasaba diez o 15 días sin ingerir alcohol y luego tomaba todos los días». Ello ocurría especialmente “cuando se juntaba con amigos o, a veces, se juntaba con la madre y tomaba».

Fabiola se iba por la tarde a huéspedes «y a veces se quedaba a dormir». ¿Por qué lo hacía? «Eso excede mi conocimiento. Sucedió un par de veces, no sé cuántas».

La situación se extendió hasta después del nacimiento de Francisco, el hijo de ambos. «En un principio, su hijo Francisco no fue con Fabiola a huéspedes, se quedó con su niñera Noelia en el chalet presidencial. (…) Alberto iba a la mañana a ver a Francisco y después se iba a trabajar. Cuando volvía del trabajo también visitaba a Francisco. Eso yo lo observaba desde el chalet. A veces cenaban los tres juntos en huéspedes».

Tonietti también respondió “no” cuando le preguntaron “si durante el embarazo (Fabiola) expresó temores o inquietudes relacionados con su estado, incluyendo problemas como golpes, caídas u otros incidentes.
Ningún problema de salud, en su formato de adicciones, exculpa una agresión física al interior de una pareja. Este artículo sólo refleja la declaración de una testigo en el marco de una causa judicial.

Cuando el fiscal González quiso saber sobre las formas de beber de la exprimera dama, el ama de llaves consideró que “normal es tomar una cerveza con amigos. Normal no es tomar dos o tres botellas de vino o champagne y quedarse hasta el amanecer. Esto lo sé porque Fabiola me llamaba a la mañana para que le llevara algo de comer».

La descripción se situó geográficamente en la etapa en que Fabiola se había retirado del Chalet presidencial para mudarse a la casa de huéspedes, en una virtual separación de la pareja. Yáñez dijo en su declaración que estaba poco menos que recluida en su nueva vivienda y que no la “dejaban salir”· de allí.

Tonietti la desmintió. «Ella decía que parecía que estaba presa pero salir, salía. Llamaba a la custodia y se iba». Incluso antes de la ruptura interna de la pareja, “Fabiola salía de la quinta mayormente por la tarde y la noche. En ocasiones estaba diez o 15 días en la quinta y ni salía. En otros momentos salía dos o tres veces por día”.

La empleada doméstica coincidió en que la difusión de las fotos de la celebración del cumpleaños de Yáñez en el momento más restrictivo de la pandemia marcó un quiebre en la relación de la pareja. “Tuve que organizar todo el evento. Fabiola me dijo qué era lo que querían comer y a qué hora iban a llegar las visitas y cuántas eran. Todo lo que sucedía en la quinta era confidencial. El intendente nos indicaba cuestiones relativas al evento”.

Tras la difusión de las fotos y videos de la celebración, «la relación cambió, estaban nerviosos por la situación mediática. Era un ambiente complicado, asesores yendo y viniendo”. El episodio que marcó el comienzo del fin del gobierno de Fernández impactó de lleno en el seno familiar. “La relación entre ellos cambió en ese lapso, era más distante. No observé puntualmente una falta de respeto entre ambos. (…) La actividad de Fabiola luego de la publicación de la foto mermó mucho. Se reducía a cuestiones protocolares”.

La empleada también confirmó que Fabiola se sometía a tratamientos de belleza. “Se hacía tratamientos en la panza, masajes en la cola y pinches en la cara. Yo juntaba el descarte del baño». Según sugirió la defensa de Fernández, el ojo amoratado pudo haber sido consecuencia de uno de esos tratamientos.

Tonietti describió “discusiones normales” en la pareja: «Por el horario de la comida, porque uno estaba listo y otro no antes de salir. Discusiones normales propias de una pareja». El ama de llaves ya no trabaja para Fernández, ni para Yáñez. Sin embargo le fue exhibido un audio de una discusión entre ambos que se produjo después del 10 de diciembre de 2023, cuando ninguno de los dos vivía ya en Olivos. Es la grabación que también se “filtró” a los medios, en la que ambos discuten sobre una serie que supuestamente preparaba Yáñez sobre la vida en común. Fernández expresa allí “Sandra y la c… de tu madre”, en supuesta alusión al vínculo entre Yáñez y la periodista Sandra Borghi.

«¿Eso es una discusión normal de pareja?», preguntó el fiscal. “Para mí sí, es una discusión de pareja por ver una serie u otra».

Las abogadas de Fabiola deslizaron que la declaración de Tonietti podría estar quebrando un pacto de confidencialidad que asumen los trabajadores de la quinta de Olivos, pero la mucama explicó que el expresidente la había relevado de ese deber de secreto. No así Yáñez: “Yo no le pedí a nadie nada y no, no le pedí a Fabiola nada. (…) Yo consulté a la jefa de personal de la Quinta de Olivos porque sigo trabajando allí. Ella me dijo que si él me relevaba yo podía declarar”. «