La primera delegación diplomática estadounidense en más de una década llegó este viernes a la capital de Siria, Damasco, para verse las caras con las nuevas autoridades encabezadas por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), el grupo que comandó la ofensiva que hace ya casi dos semanas puso fin al régimen del expresidente sirio Bashar al Assad tras medio siglo de dinastía familiar al frente del país.

La misión tiene el doble objetivo de calibrar de primera mano la situación política actual en el país en una compleja etapa de transición y recabar información sobre el estado del reportero norteamericano Austin Tice, desaparecido hace doce años y secuestrado, según las fuentes de Inteligencia de EEUU, por el régimen de Al Assad.

La delegación está encabezada por el enviado especial de la Casa Blanca para la liberación de rehenes y coronel retirado del Ejército de EEUU, Roger Carstens, y el asesor especial del Departamento de Estado para Oriente Próximo, Daniel Rubinstein, según un portavoz del Gobierno estadounidense a los principales medios norteamericanos.

Daniel Rubinstein

Los diplomáticos se reunirán con representantes de HTS siguiendo la línea de contactos con el grupo yihadista que confirmó el pasado domingo por el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, en un giro a una doctrina que durante años designó a esta organización como un grupo terrorista, así como a su líder y actual hombre fuerte de Siria, Abú Mohamed al Golani. Luego de la entrevista de Blinken con el presidente Recep Tayyip Erdogan, Ankara ya anunció que va a sacar a HTS de su lista de grupos terroristas.

Las conversaciones con HTS seguirán «los principios para la transición» siria estipulados en la reunión de ministros de Exteriores de países árabes, la Unión Europea, Estados Unidos y Turquía celebrada el pasado fin de semana en Áqaba (Jordania), cuyos asistentes ratificaron las líneas maestras trazadas en la Resolución 2254 aprobada en 2015 por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para alcanzar la paz en el país.

Al Golani, sin embargo, solicitó el pasado domingo al enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, que reconsidere los términos actuales de la resolución al entender que fue emitida con el presidente Al Assad en mente y que el país se encuentra ahora en una «nueva realidad», según el líder yihadista, tras la llegada de su grupo al poder.

La delegación estadounidense también se reunirá «con miembros de la sociedad civil, activistas, miembros de diferentes comunidades para estdiar su visión del futuro para el país y la forma en que Estados Unidos puede contribuir a su consecución», según el portavoz.

ALG con Europa Press