Ante un Teatro Opera repleto, se presentó este miércoles Joyas del ballet ruso, una exhibición que acercó al público porteño la posibilidad de disfrutar un conjunto de pequeñas piezas de uno de los espectáculos de baile más importantes del mundo, aunque no sólo fueron los locales los que acudieron al show ya que varios miembros de la comunidad rusa en argentino también asistieron para sentirse menos lejos de casa.
El espectáculo contó con partes. En la primera, cinco bailarines representaron una versión acotada de Carmen, la obra que coreógrafo cubano Alberto Alonso preparó a pedido desde Rusia. Por eso en el escenario se conjuga la destreza del conjunto de baile y el ritmo moscovita con tintes latinos, casi de telenovela.
En la segunda parte, en conjunto de siete bailarines y bailarinas tuvo su momento de lucirse con escenas de distintos clásicos como Esmeralda, La Bella Durmiente, El Lago de los Cisnes, la Muerte del Cisne y El Corsario.
Bravo, se escuchaba con tonada rusa en cada movimiento de las últimas escenas, en las que los artistas desplegaron toda su plasticidad para llevar el cuerpo humano a extremos que formar escenas estéticamente bellas.
Bailarines en escena: Natalia Ledovskaya, Mikhail Pukhov, Oxana Bondareva, Mikhail Venshchikov, Boris Zhurilov, Maxim Marinin y Tatiana Tiliguzova.
Fotos de Eduardo Sarapura