Luca fue un observador de nuestras costumbres más intrínsecas, tal vez como otros argentinos no lo hicieron. Se fijaba mucho en ciertas estéticas como la bandera, las rubias o el hombre del Resero, todas cosas que terminaron en sus canciones. El valor de todo eso es que esas cosas eran situaciones en las que nadie se fijaba en la música de ese momento. Generó en vida muchos comentarios, y todavía se dice por ahí que otro cantante que tenía poco pelo, se rapó y pasó a ser el nuevo Luca. Pero bueno, de eso se dicen muchas cosas.
Sumo es una banda que sigue sonando y generando cosas en la gente, aunque no sé cuál es su legado. Se trata de una banda muy grande que no han podido imitar y no pudo ser replicada. Luca era un tipo íntegro y sincero, lo que hacía lo sentía y lo plasmó en su música. Acá se convirtió en artista, algo que no había podido desarrollar en el exterior y que todos nosotros pudimos disfrutar. En la Argentina conocimos al Luca artista, que en definitiva es el tipo que perdura.
Con Los Violadores tuvimos la oportunidad de conocerlo y estuvimos muchas veces juntos. Tocamos en el barco María Sí, en el mini estadio de Obras; el último show de Sumo fue con nosotros en el estadio de Los Andes. He tenido con él charlas muy interesantes que cuando estaba en su sano juicio partían de Rudyard Kipling y podían llegar a Lobsang Rampa. Luego lo vi en malas condiciones, sobre todo en el último tiempo.
Fue una persona muy instruida, conocedora y valiente. «
*Cantante de Los Violadores y Pilsen