Carla Pereyra, de 31 años, falleció este miércoles por la noche en el Hospital Regional de San Luis donde se encontraba internada desde el lunes cuando su pareja le dio una brutal golpiza. El femicida de 17, cuya identidad no trascendió porque es menor, practica boxeo y kick boxing. La mujer fue intervenida quirúrgicamente porque los golpes le produjeron un edema cerebral, aunque no fue detectado en primera instancia por los médicos que la atendieron.

Este terrible hecho de violencia de género sucedió la noche del domingo en la localidad de La Toma a unos 80 kilómetros al norte de la capital puntana. Al día siguiente Carla no soportó el dolor y fue al hospital, los médicos le hicieron unas curaciones y una radiografía y le dijeron que podía regresar a su casa.

La victima hizo la denuncia en la comisaría de la zona la madrugada del lunes, por la mañana publicó en su cuanta Facebook las fotos donde se puede ver los golpes que recibió, tuvo que volver al Hospital Regional de San Luis porque no soportaba los dolores. Allí estuvo internada y murió tras agonizar tres días.

Los médicos informaron que la mujer había recibido golpes de puño anteriores a los que le causaron la muerte. La golpiza le provocó múltiples traumatismos y hematomas en todo el cuerpo. También una grave lesión en el cerebro presentando un traumatismo craneoencefálico grave.La intervención no dio resultado por la gran cantidad de sangre que tenía en todo el cerebro.

La causa está es manos de la jueza de Familia y Menores, Viviana Oste, quien hasta el momento no ha dado a conocer la carátula. En las próximas horas el menor será trasladado a prestar declaración indagatoria.

La víctima convivía con el violento desde hace siete meses y según la familia de Carla, “siempre le pegaba”. También dijeron que la tenía amenazada de muerte, “pero ella estaba paralizada para pedir ayuda porque tenía miedo y era dominada psicológicamente».

La familia cuanta que Carla había hablado con su ex, con quien tenía un hijo de 8 años, y que ese fue el detonante de la feroz golpiza. La mujer ya había realizado varias denuncias por violencia de género en sedes policiales, judiciales y también en la Secretaría de La Mujer Ni Una Menos de la provincia de San Luis. Los familiares y allegados exigen justicia.