Las autoridades ucranianas indicaron que al menos dos centrales térmicas fueron dañadas durante una andanada de ataques rusos con drones y misiles contra plantas energéticas.  «El objetivo principal de Rusia es normalizar el terror, explotar la falta de defensa aérea suficiente y la determinación de los socios de Ucrania», se quejó Volodimir Zelenski en su cuenta de Telegram. Sin embargo, el presidente no debería sentir tanto abandono tras la decisión del gobierno de Joe Biden y de los cancilleres de la OTAN de autorizar el uso de las armas que le suministran a Kiev en territorio ruso. Una peligrosa ampliación de la guerra que ya hizo decir al vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvedev, que los socios de Ucrania “recibirán una respuesta de tal poder destructivo que la propia alianza simplemente no podrá resistirse a involucrarse en el conflicto”. Este sábado se informó que Rusia atacó depósitos de armamento occidental en Ucrania.

Hasta ahora había una restricción de los aliados para que el armamento europeo y estadounidense pudiera ser utilizado fuera de la frontera por temor a que eso fuera el argumento que necesitaba Moscú para represalias contra objetivos europeos. Para los analistas, la ofensiva que Rusia está desarrollando en la zona de Járkov y que podría poner fin a la resistencia ucraniana en breve los pone en la obligación de o reconocer que la OTAN fue derrotada de manera humillante o doblar la apuesta y ver hasta dónde se llega. Con una elección en puerta para el Europarlamento y en noviembre en Estados Unidos, la ficha cayó en que no podían plantar bandera blanca justo en este momento. No habría que descartar incluso que la condena a Donald Trump, que ocupó las portadas de los medios occidentales, fuera una coincidencia imprescindible para aminorar la repercusión del recrudecimiento del conflicto.

La Casa Blanca había confirmado su autorización oficialmente a través de su vocero, aunque aseguró que era solo para zonas cercanas a Járkov. El candidato independiente a la presidencia Robert Kennedy Jr fue el primero en criticar la decisión. «Otra escalada demencial de la Administración Biden es autorizar a Ucrania a atacar objetivos en la profundidad de Rusia. Usando nuestras armas», escribió en su cuenta de la red X. El canciller italiano, Antonio Tajani, tomó distancia sobre el asunto. “Es un momento muy delicado, no debemos dar pasos en falso (…) debemos evitar decisiones y declaraciones precipitadas», dijo. Sin embargo, Italia junto con Francia, el Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Polonia, Suecia, Finlandia, Canadá, Estonia, Letonia, Lituania, España y Portugal estuvieron de acuerdo en liberar el uso de las armas.

En ese contexto, resalta por el contenido hipócrita de una declaración de los ministros de Relaciones Exteriores del grupo G7, que se mostraron “gravemente preocupados” por la cooperación de Corea del Norte y Rusia y les reclamaron que cese la transferencia “ilegal” de armas. “Nuestros gobiernos se oponen resueltamente a estas continuas transferencias de armas, que Rusia ha utilizado para atacar la infraestructura crítica de Ucrania, prolongando el sufrimiento del pueblo ucraniano”, dice un documento que firmaron representantes de Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Japón y la Unión Europea.

El español Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, estuvo algo más sensato en Singapur, donde tras reunirse con el ministro de Defensa Don Jun en el marco del Diálogo Shangri-La, dijo que «China prometió no suministrar armas a Rusia y no tenemos pruebas de que esto esté ocurriendo». Don se reunió también con su par estadounidense, el general Lloyd Austin. El foro de defensa regional  que se desarrolla en esa ciudad asiática es organizado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) de Londres, un think tank ligado a los gobiernos británico y estadounidense. Zelenski será el invitado de honor y hablará este domingo. Shangri-La es un sitio utópico en el Himalaya donde todo es armonía y felicidad según escribió en Horizontes perdidos el inglés James Hilton.

Gaza: más muertes y sin acuerdo

Mientras la cifra de muertos por la ofensiva israelí en Gaza supera los 36300, Egipto, Estados Unidos e Israel planean debatir este domingo en El Cairo la reapertura del cruce fronterizo Rafah, donde se están registrando las matanzas ahora. Los gobiernos occidentales instan a Hamás a que acepte una propuesta israelí de alto el fuego. En tanto, la huelga de profesores de la Universidad de California (UC), contra la represión policial de las protestas propalestinas, se extendió a los campus de UCLA (UC Los Ángeles) y UC Davis.