Una delegación rusa llegó el martes a Turquía para investigar el asesinato de su embajador, al tiempo que las autoridades turcas afirmaron que el predicador Fethullah Gülen, bestia negra de Ankara, estaba detrás del crimen.
El policía turco Mevlüt Mert Altintas, de 22 años, asesinó el lunes de varios disparos al embajador ruso Andrei Karlov durante la inauguración de una exposición de fotos en una galería de Ankara.
El jefe de la diplomacia turca, Mevlüt Cavusoglu, afirmó el martes que la red del predicador Fethullah Gülen, enemigo jurado del presidente Recep Tayyip Erdogan, está «detrás» del asesinato.
Durante una entrevista con su homólogo estadounidense John Kerry, Cavusoglu afirmó que «Turquía y Rusia saben que detrás del ataque contra el embajador de Rusia en Ankara, Andrei Karlov, está FETO», un acrónimo para designar a la red de Gülen, según Anadolu.
Gülen, quien se encuentra exiliado en Estados Unidos, es señalado también como el instigador del golpe de Estado fracasado en julio pasado, lo que éste desmiente. El predicador por su parte declaró que sentía una «profunda tristeza» por el asesinato del embajador ruso.
En un hecho inédito, Ankara aceptó la participación en la investigación de los 18 investigadores enviados por Moscú. La delegación rusa colaboró en la autopsia del cuerpo del embajador.
Seis personas, entre ellas la hermana, la madre, el padre y el tío de Altintas, fueron detenidas en Aydin, ciudad del oeste de Turquía, de donde era oriundo el policía, indicó la agencia de prensa Dogan.
El asesinato de Karlov tuvo lugar en el barrio de las embajadas, lo que plantea cuestiones sobre la seguridad en el centro de la capital turca, que este año fue sacudida por varios atentados.