A seis años de la restitución de la identidad de Marcos Eduardo Ramos, nieto 128 recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo, la justicia federal de Tucumán procesó como partícipe necesario de su sustracción y de la de su medio hermano, Elías Ismael Suleiman, al exmiembro de inteligencia del Ejército Carlos Alberto Vega.

Desde su rol en Destacamento de Inteligencia 142 del Ejército, con sede en Tucumán, donde era Jefe del  Grupo de Actividades Especiales de Inteligencia y Contrainteligencia, Vega habría tenido conocimiento y participación en los hechos, según señaló el juez federal José Manuel Díaz Vélez en su resolución publicada días atrás. 

Bajo su mando, revistaba el Personal Civil de Inteligencia (PCI) Víctor Lucio Sánchez (ya fallecido), quien mantuvo apropiado a Marcos durante más de 40 años. “Vega es quien dio el aval ideológico y moral para el ingreso de Sánchez como personal civil al Destacamento 142 en el mes de noviembre de 1976, lo que acreditaría un vínculo personal y previo entre Sánchez y Vega”, sostuvo el juez a partir de la acusación fiscal.

Para la fiscalía, “la apropiación de Ramos por parte de Sánchez fue decidida y ejecutada por quienes tuvieron una responsabilidad primaria en la lucha contra la subversión, es decir, los oficiales del Ejército que pertenecieron al Destacamento de Inteligencia 142 del Ejército”.

En su resolución, el juez Díaz Vélez declaró que los hechos que tuvieron como víctimas a Marcos y Elías son delitos de lesa humanidad y ordenó el procesamiento con prisión preventiva de Vega. También declaró la falta de mérito para Fernando Torres, otro miembro del Destacamento de Inteligencia 142 del Ejército, decisión que fue apelada por la fiscalía.  

Rosario del Carmen Ramos era militante del PRT-ERP. Tenía dos pequeños hijos,  Elías Ismael y Camilo Adrián Suleiman, y estaba embarazada cuando fue secuestrada por primera vez en 1975. Fue mantenida cautiva varias semanas hasta que fue liberada. En junio de 1976, Rosario tuvo su tercer hijo, Marcos, de su relación con Pastor Dante Campos.

A fines de 1976, Rosario fue nuevamente secuestrada y luego desaparecida. Marcos y Elías, quienes estaban al cuidado de una familia cercana, fueron secuestrados también por fuerzas de seguridad..

Los dos niños fueron llevados a una casa en Tafí Viejo donde había otros niños y en ese lugar los hermanos fueron separados y no se volvieron a ver. Elías fue enviado a una casa perteneciente a María de los Ángeles Cano, donde fue sometido a malos tratos y golpes, le cambiaron el nombre e intentaron inscribirlo bajo otra identidad. Escapó varias veces de esa casa hasta que en una oportunidad pudo llegar hasta la terminal de ómnibus de Tucumán, donde trabajaba su tío, quien dio aviso a su padre.  

Marcos, en cambio, fue entregado al fallecido espía del Ejército Víctor Sánchez, conocido como “Pecho i’tabla”, quien junto a su esposa, Ilda Agustina Sánchez, lo anotaron el 17 de marzo de 1977 como su hijo biológico y lo nombraron Marcelo Ariel Sánchez. 

Sánchez fue PCI del Destacamento de Inteligencia 142 hasta el final de la dictadura. Integraba las patotas que secuestraban personas y las torturaban en el Centro Clandestino de Detención Arsenal Miguel de Azcuénaga, donde habría sido vista Rosario Ramos por última vez. 

En 1999, Elías Suleiman se acercó a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) para relatar todo lo ocurrido y dos años después dio inicio a la causa judicial. Una denuncia anónima en 2013 al Programa Nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas del Ministerio de Justicia fue la primera pista para dar con Marcos. Eso disparó una investigación preliminar de la Unidad Especializada en casos de Apropiación de Niños, a cargo del fiscal Pablo Parenti, y la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de Tucumán, que encabeza Pablo Camuña, que culminó con la toma de una muestra genética de quien figuraba como hijo biológico de Sánchez. 

En 2015, el joven accedió voluntariamente a realizarse una extracción de sangre, que fue analizada en el Banco Nacional de Datos Genéticos. Si bien en un primer análisis dio negativo, en 2018, luego de la incorporación de avances tecnológicos al Banco, se obtuvo un resultado positivo y se determinó el vínculo biológico por rama materna con su medio hermano, Elías Suleiman.

La gran mayoría de los autores materiales de las apropiaciones ya fallecieron y no llegaron a ser imputados, mientras que Ilda Agustina Sánchez, apropiadora de Marcos, falleció durante el proceso. Otros ex integrantes del Destacamento 142 de Inteligencia también murieron (Alejandro Raúl Rivas y Luis Orlando Varela) o fueron apartados por problemas de salud (Adolfo Ernesto Moore).