Los dioses y personajes míticos de la cultura celta se corporizarán en la República de los Niños de La Plata: se abrirá de nuevo el portal. Los días 15 y 16 de marzo, de 12 a 20, en la localidad de Gonnet se festejarán los diez años del Festival Tuatha de Dannan: el evento que alude a los dioses y figuras que, según las leyendas irlandesas, “descendieron de las nubes blancas para asentarse en la Isla Esmeralda”.
¿Qué contendrá el Festival Tuatha de Dannan, esta recreación del mundo medieval en La Plata? La enumeración no logrará captar la emoción de este universo fantástico en la República de los Niños: habrá música, danzas, gastronomía, competencias de combate, arquería y esgrima, y muestras de artesanos con indumentaria, joyería, forja y cerámica con técnicas de época.
También se incluirán tejidos, accesorios y brebajes de época: los sabores y componentes del universo celta y medieval. La Edad Media y sus misterios recreados en el Festival Tuatha de Dannan.

Ya su subtítulo grafica la idea en marcha: “Un viaje al mundo feérico”. “Alude a fairies, a las hadas, y a la personificación de los seres elementales”, explica Devlin Belacqua, el alter ego de María Sol Brizuela, una de las organizadoras y vocera principal del festival.
“Lo interesante de Tuatha de Dannan -prosigue- es que convoca a personas de distintas comunidades: la celta, la irlandesa, la portuguesa, así como hay juegos de rol, cosplayers y clubes de deportes medievales”.
De hecho “habrá un panel de saberes que explicará el significado de Tuatha de Dannan. La entrada del festival es libre y gratuita. Sólo solicitamos la donación de alimentos no perecederos y leche larga vida para la obra del Padre Cajade”, dice Belacqua, docente de la Universidad de Lanús, donde enseña diseño y confección de mochilas, bolsos, accesorios y tejido medieval. ¿Cuál es la emoción mayor de ser parte de Tuatha de Dannan? Responde Adrián Molina, alias Yokan, herrero forjador de armas con técnicas nórdicas: “Para mí es como viajar en el tiempo. A través del festival uno se remonta al mundo medieval. Estoy donde quiero estar”.
Tuhata de Dannan: cómo se vivía en la Edad Media
Durante Tuatha de Dannan, un campamento medieval -por parte de un grupo de recreación histórica- mostrará cómo se vivía en la Edad Media. Y un momento estelar será el concurso de atavíos: especialistas en historia del traje evaluarán vestimentas, maquillajes y técnicas de peluquería de los participantes.
Es más: habrá una búsqueda del tesoro en base a los cuatro elementos de Tuatha (El Caldero de Dagda, La Lanza de Lugh, La Piedra de Fal y La Espada de Nuada) para motivar a adultos y adolescentes en torno a la mitología celta.

Los dioses del universo medieval también tendrán su componente migrante: en Tuatha de Dannan van a estar la colectividad irlandesa de Berisso, la comunidad portuguesa de Villa Elisa y el Centro Gallego de La Plata -con sus gaitas y danzas típicas-.
“El festival es, literalmente, una máquina del tiempo medieval -siente Devlin Belacqua-. En la República de los Niños hay mucho espacio. Todavía está abierta la convocatoria para los artesanos que trabajen con madera, los ceramistas, o quienes confeccionen hadas o duendes. Pueden inscribirse al mail [email protected]”.
Basta mirar el mapa de Tuatha de Dannan en Gonnet -en las calles 16 y 496- para ver representados aquellos cuatro elementos míticos del simbolismo celta y medieval: en la gastronomía de las colectividades, en los deportes temáticos, en el mercadillo medieval y en el campamento de recreación histórica. “Van a venir docentes, investigadores, narradores e historiadoras. También habrá shows de música celta y danzas con fuego -acentúa Devlin Belacqua-. El evento tiene una mirada cultural fundamental”.
Tuatha de Dannan y un viaje al mundo feérico
¿Cómo explicar la terminología de Tuatha de Dannan? “Refiere a la tribu de Dannan, la aldea de la fertilidad. Nosotros invitamos al público a ‘un viaje al mundo feérico’, que alude no sólo a la cultura irlandesa, sino a todo el folklore celta y al concepto de los seres elementales -cuenta Belacqua-. Nos apoyamos en toda una narrativa para estos cuatro sectores que utilizamos en el festival. Por eso, además, habrá juegos de rol, y el concurso de atavíos tendrá premios de hasta doscientos mil pesos. Apostamos a que la gente se motive y diga: ‘Me voy a hacer el traje para el festival’”.

Los eventos medievales y celtas convocan cada vez más público en Argentina. El primer Tuatha de Dannan de La Plata fue en 2014 en el Jardín Botánico del Parque Saavedra. Tras la pandemia, en 2021 se trasladaron al Bosque platense y en 2024 tuvieron como sede al Hipódromo.
“Allí era una entrada paga y fueron siete mil personas. Ahora, que es gratuita y recibimos donaciones para la obra del padre Cajade, esperamos que vayan más de diez mil. La nuestra es una productora independiente. Trabajamos en conjunto con la Secretaría de Cultura de La Plata y tenemos un gran acompañamiento de Nicolás Marotta, el director de la República de los Niños”, dice Yokan.
Y ya vibra con todos los planes para el festival Tuatha de Dannan, los días 15 y 16 de marzo, desde las 12 y hasta las 20: “En cada evento hay una expectativa nueva, pero siempre está centrado en lo mismo. Yo digo que soy como un alma perdida en el tiempo. Soy herrero de forja de armas medievales, siempre inclinado para el lado más nórdico y vikingo. Y cada vez que estoy forjando un arma es como viajar al pasado. De hecho, con los festivales me pasa exactamente lo mismo. A medida que se acerca la fecha es cada vez más emocionante”.
Devlin Belacqua escucha a Yokan y repiensa cuál es el concepto filosófico de lo medieval que más la interpela a nivel personal. “Para mí -dice- se trata de la conexión con los ciclos de la naturaleza y con los seres elementales, que están en la base de la cultura celta. Celebramos y festejamos el cambio de esos ciclos. También me emociona ver toda la danza, el movimiento, la música y los atavíos”. ¿Y A Yokan? “A mí toda la cultura nórdica vikinga me vuela la cabeza”.

La docente de diseño y confección de indumentaria en la Universidad de Lanús es consciente del tremendo esfuerzo que implica armar un festival como Tuatha de Dannan: “Nosotros -dice Devlin Belacqua- buscamos generar un espacio para que los niños y las juventudes vean algo distinto y conozcan acerca de trabajos manuales y de artesanías; se den cuenta del valor que tienen y hablen con las personas que hacen todos esos procesos. El evento tiene una mirada cultural, territorial, lúdica y, por sobre todo, educativa”.
En Tuatha de Dannan también habilitarán la biblioteca popular que está en Estación Blancanieves de la República de los Niños. “Además queremos hacer la experiencia de armar un espacio con libros de fantasía y de literatura fantástica, con todos aquellos que quieran donarlos -invita Devlin Belacqua-. Habrá un corredor didáctico, y, luego, pasando la arboleda del lago, va a estar el campamento de recreación histórica y el sector de arquería. A mí eso me conecta mucho porque yo misma practico arquería, pero ese día no voy a tirar flechas porque voy a estar muy nerviosa”.
Y dice que “se anotan muchos chicos al combate medieval y a la práctica de arquería”. A la par, algo también emocionante de Tuatha de Dannan será el baile popular: “Tenemos videos de madres bailando con sus niños, haciendo círculos con música celta e interactuando con los artistas. La danza y la música son una constante en Tuatha de Dannan. Este evento tendrá un impacto positivo en la República de los Niños de La Plata”, proyecta Yokan.
¿Cómo visibilizan, ahora, todo lo que tendrá la celebración por los diez años del festival? ¿Cuál es su espíritu fundamental? Responde Devlin Belacqua: “Se trata, ante todo, de generar un espíritu comunitario y colectivo. Este es un mundo mágico y ancestral donde queremos rescatar la amistad y la celebración de la naturaleza, más allá de nuestra vida en la urbanidad. Eso es todo lo que engloba este encuentro de cultura medieval”.