El Cambalache es el encuentro de trueque que históricamente realizaba la Red Puna de Jujuy para Semana Santa, luego de la cosecha. Una oportunidad de encuentro de saberes, intercambio de productos y semillas, pero también una ocasión para llevar adelante una de las principales herramientas que las clases populares siempre han encontrado para sortear las crisis sistémicas, económicas, políticas y sociales, que se repiten en Argentina. Después de 27 años de esta experiencia, debieron suspenderla porque los productores no pueden costearse el pasaje.
María Guadalupe Tolava, presidenta de la red Puna, explicó a Tiempo Rural: “El trueque es una práctica ancestral, que retomamos fuertemente en la crisis de los 90. No solo es un intercambio de productos, sino que también podemos conversar, ampliar nuestra visión de lo que está pasando, buscar estrategias para abordar problemáticas conjuntas, y darnos fuerza en este caminar. Bueno, ahora tristemente no lo podemos hacer”.
Nacida y criada en Tumbaya, en la zona sur de la Puna, María es hija de una de las tantas familias campesinas que produce llamas, ovejas, cabras y diferentes cultivos. Es parte del emprendimiento colectivo Red Puna que, desde 1995, reúne 120 tejedoras de la zona para la comercialización a través de una red de comercio justo de sus tejidos ancestrales. Además, es parte del área de Género y Artesanías de la organización.

Sin trueque
Sobre la decisión de cancelar el Cambalache este año, explicó César Llanes, integrante de la Red Puna: “Tiene que ver con un proceso que ya viene pasando desde hace un par de años con el aumento de los costos de traslado. Estamos hablando de un territorio donde los traslados son de 100 a 500 kilómetros. Este fin de semana, en una reunión de coordinación, definimos que estábamos hablando aproximadamente de 50.000 a 100.000 pesos por productor. Analizamos que era demasiado elevado”
Liliana Martínez, también parte de la Red, aportó su mirada. “A lo de los traslados hay que agregar la coyuntura general. Han aumentado tremendamente todos los costos, pero los precios que se pueden cobrar por la producción no acompañan eso. También tenemos una realidad acá en la zona que es que entran ilegalmente productos de Bolivia a un costo menor”, detalló.
Seguir resistiendo en tiempos de crisis
Con casi tres décadas de existencia, la Red Puna nuclea una treintena de organizaciones de Jujuy, tanto de la puna como de la quebrada. Unas 1.200 familias de comunidades rurales que se vienen organizando no solo para intercambiar o comercializar la producción, sino también para darle valor agregado con productos como chacinados de llama o snacks a base de maíz. Productos que se distribuyen a través de redes de consumo consciente o comercio justo, como las del Movimiento Nacional Campesino Indígena Somos Tierra (MNCI-Somos Tierra) y la Mesa Agroalimentaria Argentina (MAA), espacios de los que la Red Puna forma parte.
La imposibilidad de llevar adelante el Cambalache obtura la posibilidad de intercambio comercial, y dificulta la puesta en práctica de estrategias para afrontar la crisis, tejer abrazos y consuelos en momentos donde los pequeños productores del “campo que alimenta” apenas pueden garantizar su propia subsistencia. Eso sucede en un contexto de falta de estrategia macroeconómica basada en la producción y de la total ausencia de apoyo estatal, que no solo afecta a los productores, sino también a los consumidores de la ciudad y del campo.
“Acá todas las comunidades de la red Puna están muy dispersas. Las distancias son muy grandes y el costo del transporte y la comida es muy alto. Si bien nos da mucha tristeza esta situación, nos rendimos, vamos a seguir luchando”, describió Martínez.
“Nosotros seguimos laburando, acompañando a cada uno de los productores con distintas herramientas, generando espacios o servicios para que la producción siga saliendo y se siga garantizando el alimento a cada una de las poblaciones”, agregó Llanes. “Por ahora, la producción es básicamente para autoconsumo. En todo caso, en el momento más adecuado, seguiremos trabajando en los procesos de industrialización”, dijo esperanzado.
Hernan
19 April 2025 - 07:00
Gracias por la nota. Si no fuera por ustedes ni nos enteramos de estas cosas. Entiendo posible falla de redaccion donde dice "nos rendimos" debiera decir "no nos rendimos"