Tres jóvenes de entre 21 y 25 años, algunos de ellos con antecedentes penales, murieron este viernes y un adolescente de 16 años resultó herido de gravedad cuando el auto robado a bordo del cual eran perseguidos por la Policía desde la localidad bonaerense de Bancalari chocó contra un camión que estaba estacionado en la autopista Panamericana, ramal Campana, a metros del peaje de Ricardo Rojas, en el partido de Tigre, informaron fuentes policiales y judiciales.
La madre de una de las víctimas, llamada Malena Antonella Chiocconi (21), aseguró que su hija había salido por primera vez anoche con un muchacho que conoció en las redes sociales, que «algo pasó» porque se «asustó» y «quiso bajarse del auto» y que la llamó llorando para decirle que los estaba persiguiendo la policía.
La Justicia tiene registros y testimonios que indican que los tres varones involucrados tienen antecedentes penales, que al menos uno de ellos integraba una banda de ladrones de autos de la zona y que el vehículo en el que huyeron había sido robado el último sábado.
De hecho, la chica de 21 años es la única que no tiene antecedentes ni registros policiales, dijeron las fuentes.
El episodio se inició pasadas las 4 cuando personal del Centro Operativo Tigre (COT) alertó a una patrulla sobre la presencia de un Volkswagen Vento negro, patente MDG 702, detenido con ocupantes y en una actitud que consideraron sospechosa, en el cruce de la avenida Blandengues y Alvear de la zona de Bancalari, partido de Tigre.
Un primer video captado por las cámaras del COT revela que el auto estaba detenido y que se abría y cerraba una de las puertas del lateral derecho, por lo que se sospechaba que pudiera haber existido alguna situación vinculada a violencia de género.
En otro de los videos se observa cuando los policías de la patrulla bajaron del móvil y se aproximaron para intentar identificar a las personas que estaban a bordo, momento en el que el auto aceleró y escapó.
Por tal motivo, según los voceros, se inició una persecución en la que el auto sospechoso tomó por la colectora de la Panamericana a la altura de la calle Chile.
Allí, se montó un operativo con un móvil del COT cruzado para detenerles el paso, aunque al llegar a ese sitio, el conductor embistió a un policía, eludió el vehículo policial y continuó con la fuga, según lo captado por otro de los videos con los que se pudo reconstruir la secuencia del hecho.
El Vento se subió al troncal central del ramal Campana de la Panamericana para continuar la fuga y, a toda velocidad y por la cabina número 13, pasó el peaje que está a la altura de la fábrica Henry Ford, en el kilómetro 33,7.
«Cuando pasa por el peaje no se sabe si bien si pinchó un neumático o rompió dirección, pero hay una marca en el pavimento y el Vento perdió el control», dijo a Télam uno de los investigadores judiciales del caso.
Fuera de control, el auto sospechoso impactó contra un camión marca Mercedes Benz que estaba detenido en la banquina.
El choque provocó la muerte en el acto de tres de los ocupantes del Vento, los cuales fueron identificados como: el conductor Joel Guillermo Galván (25), quien cuenta con antecedentes penales, la joven Chiocconi, que iba como acompañante, y Joaquín Mirko Fernández (23), también con antecedentes, quien viajaba sentado en el asiento trasero, del lado izquierdo.
El cuarto ocupante del vehículo y único sobreviviente es un adolescente de 16 años –su identidad se resguarda por tratarse de un menor de edad-, que iba en el lado derecho del asiento trasero y fue trasladado en grave estado al hospital de General Pacheco, añadieron los informantes.
Los voceros confirmaron a Télam que uno de los policías que participó de la persecución reconoció que efectuó al menos un disparo contra el vehículo, pero a modo disuasivo y con una escopeta con posta de goma.
Ahora es materia de investigación si ese u algún otro eventual disparo impactó en el vehículo e influyó o no en el choque final contra el camión.
El caso quedará a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Don Torcuato, pero es investigado por el fiscal general adjunto de San Isidro, Cosme Iribarren, quien se hizo presente en el lugar y ordenó la intervención pericial de una fuerza de seguridad independiente, como Gendarmería Nacional.
Iribarren dispuso el secuestro de todas las armas del personal policial involucrado para peritajes y que todos los efectivos que participaron del operativo fueran sometidos a test de alcoholemia, que dieron resultado negativo.
Una fuente judicial confió a Télam que familiares del fallecido Galván se acercaron al lugar y reconocieron ante los investigadores que el joven «andaba delinquiendo en la zona» y que el automóvil Vento era producto de un ilícito.
Horas más tarde se confirmó que el automóvil Vento había sido robado el sábado pasado en la jurisdicción de la comisaría 1ra. de Escobar y que estaba “lateado”, es decir con una patente cambiada sin impedimento, ya que el dominio original del auto es KEA480.
En tanto, un hombre que se identificó como Juan Pablo y que el lunes pasado fue víctima del robo de una camioneta y sus pertenencias, se acercó hasta el lugar para contactar a la Policía y afirmó ante C5N que reconocía el Vento como el auto de los delincuentes que lo habían asaltado.
A raíz del choque, en el lugar se cortó la circulación en dos carriles de la autopista, donde trabajaron efectivos de la Policía de Seguridad Vial, bomberos voluntarios de General Pacheco y personal de Gendarmería Nacional, con asistencia de la empresa concesionaria de la autopista, Ausol.
En el transcurso de la mañana se acercaron al lugar personas que querían saber si los tripulantes del auto eran familiares, entre ellos, Daniela, la mamá de la joven Chiocconi, quien relató que la chica le envió mensajes cuando era perseguida por la policía y le transmitió la ubicación en tiempo real por WhatsApp.
«Lo único que quiero aclarar es que Malena era la primera vez que salía con este chico”, dijo en referencia a “El Gordo” Galván, y explicó que a las 4.33 le envió un mensaje “asustada, llorando porque la policía los estaba siguiendo”.
También pidió que se investigue si la policía efectuó disparos y si antes de iniciarse la persecución, su hija quiso bajarse del auto, algo que sospecha a partir de un video de la zona de Bancalari donde se ve que una puerta del Vento se abría y se cerraba, lo que motivó la llegada de la Policía.