En mayo de este año, Tiempo advirtió sobre el proceso de cierre de jardines de infantes que el gobierno porteño inició en marzo pasado. Por entonces, la comunidad educativa del jardín N°3 del distrito escolar 5 del barrio de Barracas, resistía el cierre que, según lo informado por las autoridades locales ese mismo mes, iban a dar de baja las salas de 4 y 5 del turno mañana. Rápidamente las familias junto a legisladores porteños presentaron un amparo para evitar el cierre de la escuela infantil. Finalmente el hecho fue consumado, pero otros establecimientos educativos corren la misma.

Hay decenas de escuelas infantiles donde sus salas fueron fusionadas y, hasta el momento, alrededor de 90 maestras titulares quedaron en disponibilidad, o sea, sin sus cargos, con la promesa que se les iba a otorgar otros. Pero para eso, las docentes que son suplentes en diferentes jardines deberán perder su actual puesto de trabajo. 

Un relevamiento propio de la comunidad educativa afirma que, esta semana, hubo al menos 16 maestras que quedaron sin trabajo. Advierten que es una cifra que cada 30 días se irá incrementando ya que todos los meses habrá reacomodamiento de maestras titulares que quedaron en disponibilidad y dejarán sin trabajo a las suplentes.

Alejandra hace 27 años que se recibió de docente de nivel inicial y hace unos años comenzó a trabajar en el GCBA. “Ayer sin mediar ninguna información previa me cesaron de mí cargo de maestra celadora del JIN A distrito escolar 5. Estaba trabajando desde febrero de éste año como maestra interina que, para los que no saben, quiere decir que el cargo no tiene dueño. Este miércoles, el GCBA llamó a un acto público a todas las maestras que quedaron en disponibilidad por el cierre de sus escuelas y tomaron mí cargo, y ayer tuve que despedirme de manera abrupta de mí grupo de 5 años y de mí compañera dejando trunco el proyecto pedagógico”, contó a Tiempo la docente. “El nivel de destrato y cinismo que manejan los encargados de velar por nuestro trabajo y las infancias es lamentable, y lo peor es que en 30 días esto se vuelve a repetir”, agrega.

Las familias de la comunidad educativa del Jardín Nº 15 Espinoza de la sala de 5 años del turno mañana, mediante un comunicado informó que “en la semana fuimos notificados del cambio de docente de la sala de nuestros hijos. Sin perjuicio de la pronta incorporación del docente (a quien no conocemos pero del cual descontamos su idoneidad para el cargo) queremos manifestar nuestra profunda inquietud frente a la medida adoptada”, comienza el documento y termina: “Entendemos que un cambio así perjudica notablemente la continuidad de un proyecto pedagógico ya comenzado y altera profundamente los enlaces vinculares ya armados entre los niños y sus docentes”.

No hay información oficial de cuántas salas se han cerrado en los diferentes distritos ni cuántas se cerrarán en los próximos meses pero, de acuerdo a las denuncias de la comunidad educativa, en casi todos hubo cierres de salas. 

Esa costumbre de cerrar escuelas

El cierre de escuelas y la fusión de establecimientos educativos como escuelas y jardines de infantes en CABA es moneda corriente. Hace más de una década que las diferentes gestiones macristas implementan esta modalidad ante la fuerte demanda de miles de familias que exigen vacantes en la educación pública. Esta decisión política pone en riesgo la continuidad pedagógica de miles de chicas y chicos y afecta la organización de las familias.

Si bien la gestión de Rodríguez Larreta será recordada como la que más instituciones escolares cerró y/o intentó cerrar entre 2016 y 2023, como los 14 secundarios nocturnos, o el cierre de al menos cinco jardines maternales; el actual Jefe de Gobierno, Jorge Macri, a pocos meses del inicio de su gestión, retomó el mismo camino que su antecesor.