La NBA, la liga de básquet más poderosa del mundo, regresa este jueves en la “burbuja” de Disney, en Orlando, con dos partidos -uno de ellos el clásico entre Los Ángeles Lakers y Los Ángeles Clippers- luego de una interrupción de casi cinco meses, desde el 11 de marzo, a raíz de la pandemia. El retorno se consumará bajo estrictas medidas de seguridad e higiene en un país, Estados Unidos, que es el principal afectado por el coronavirus, con más contagios (4.461.216) y más muertes (152.042).
New Orleans Pelicans y Utah Jazz marcará el reinicio y será el aperitivo del clásico de Los Ángeles que animarán desde las 22 hora de Argentina los Lakers de Lebrón James y Los Clippers. El equipo que lidera LeBron, crítico de las políticas de Donald Trump, es el principal candidato a quedarse con el título. En el regreso de la NBA sólo habrá 22 franquicias, todas aquellas con posibilidades de alcanzar los playoffs o con los boletos ya garantizados, en la que se definirá al campeón de una edición atípica.
Entre otras particularidades, las medidas de seguridad obligan a la prensa a efectuarse test cada dos días, con un costo aproximado de 140 dólares por estudio, para evitar los contagios en la “burbuja” de Disney. Además, los protocolos establecieron que en el caso de que haya un positivo de coronavirus entre los basquetbolistas, en un principio se lo aislará hasta que tenga dos test negativos, pero que no se correrá al resto del equipo.
La NBA comenzó el camino de retorno con un plan ambicioso en el que se construyeron tres canchas dentro del ESPN Wide World of Sports Complex: Athletic Center, The Arena y Field House. El objetivo de la NBA, acaso el show deportivo global más prestigioso, es evitar el abandono de las franquicias, como pasó en la Major League Soccer con Dallas FC y Nashville Soccer Club por brotes en los planteles. La definición, de cualquier modo, tendrá varias ausencias entre lesiones y decisiones personales, al punto que se permitieron las contrataciones temporales.