Este miércoles por la tarde, en la biblioteca de la Legislatura Dr. Armando Caro, en Salta, el fútbol y la memoria se encontraron en un emotivo homenaje a Tomás Ricardo Cuadri, exjugador de la década del ‘50 y víctima de la última dictadura militar. Su historia, marcada por la persecución y el exilio, fue clave en la reciente condena de represores en la provincia. La actividad, declarada de interés por la Cámara de Senadores, reforzó la importancia de visibilizar estos relatos atravesados por el terrorismo de Estado. 

Cuadri y su familia sufrieron atentados y secuestros a manos de la dictadura. Sin militancia política, estuvo detenido ilegalmente durante tres años y finalmente debió exiliarse para proteger a sus seres queridos. Su testimonio ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 de Salta contra el exjefe policial Joaquín Guil y el exagente Carlos Feliciano Estrada, acusados de delitos de lesa humanidad en 1976 y 1977, fue determinante para la condena de las cúpulas responsables de graves violaciones a los derechos humanos. 

Este reconocimiento se enmarca en las acciones del Departamento de Historia y Estadísticas de Central Norte con el fin de honrar su legado. Su club, Central Norte de Salta, posee el estadio más antiguo del país, el Dr. Luis Güemes, inaugurado el 2 de agosto de 1955. Este equipo, forma parte de la Coordinadora de Derechos Humanos del Fútbol Argentino, un espacio que desde 2017 trabaja para rescatar la memoria en el ámbito deportivo. Surgida en Buenos Aires, pronto se expandió a Rosario, Córdoba y otras provincias, incluyendo Salta, demostrando que el fútbol también es un terreno de lucha por la justicia. 

Fernando Gordillo, referente del Departamento de Historia y Estadísticas de Central Norte y organizador del evento, explicó el origen del tributo: “Indagamos no solo en la historia deportiva del club, sino también en su dimensión social. Entre los datos y recuerdos recopilados, apareció la historia de Cuadri. La reciente sentencia contra quienes intentaron terminar con su vida nos impulsó a traer su memoria al club y la comunidad”. 

Cada 24 de marzo, la Coordinadora impulsa iniciativas para recordar a las víctimas del terrorismo de Estado. En 2024, promovió que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) reconozcan oficialmente a los jugadores detenidos desaparecidos. Las cartas enviadas a Claudio Tapia, presidente de la AFA, y a Sergio Marchi, secretario general de la FAA, propusieron el predio «Lionel Messi» como sede del homenaje y documentaron a los 27 futbolistas desaparecidos identificados hasta el momento. La necesidad de este reconocimiento se vuelve cada vez más evidente en un contexto donde el deporte puede y debe ser una herramienta de reparación histórica. 

El pasado domingo 16 de marzo, integrantes de la Coordinadora se concentraron en Plaza de Mayo para recordar a los compañeros y compañeras secuestrados y expresar su apoyo al fotógrafo Pablo Grillo, quien continúa en recuperación tras recibir el impacto de un cartucho metálico de gas durante la represión en la marcha de jubilados del 12 de marzo frente al Congreso Nacional. 

Durante esa jornada de memoria, hinchas y socios de diversos clubes desplegaron una bandera con el lema «Memoria, Verdad y Justicia; En las tribunas faltan 30.000», en referencia a los desaparecidos durante la dictadura. La bandera estuvo acompañada por camisetas de distintos equipos del país, simbolizando la unión entre el fútbol y la lucha por los derechos humanos. 

El homenaje a Cuadri no estuvo exento de tensiones. La memoria, la verdad y la justicia aún generan resistencia en ciertos sectores de la sociedad, algo que Gordillo reconoce: “En Salta, muchas veces se mira con desconfianza la militancia política o a quienes reivindican sus derechos. Pero nuestra misión es rescatar la historia de Central Norte y de sus protagonistas. Hoy dimos un paso adelante en ese camino”. 

Tomás Ricardo Cuadri, presente en el evento, se mostró conmovido y agradecido: “Este reconocimiento es un premio a todo lo que viví en Central Norte. Tuve la dicha de jugar en Primera a los 15 años y de compartir momentos inolvidables con mis compañeros”. Sus palabras reflejan que el fútbol no es solo una competencia, sino también un espacio donde se construyen identidades y se resguardan las memorias colectivas. 

El listado de deportistas víctimas del terrorismo de Estado sigue en construcción. Con el tiempo y una mayor visibilidad de la temática, surgen nuevos nombres y testimonios que enriquecen el debate. 

El fútbol, con su alcance y arraigo popular, tiene la capacidad de visibilizar estas historias y contribuir a una sociedad más justa. Gordillo lo reafirma: “El fútbol, bien utilizado, es una herramienta espectacular. No solo para la contención o el entretenimiento, sino también para la concientización. Siempre que se lo tome con responsabilidad, memoria y un objetivo de transformación social”. 

La jornada dejó en claro que el deporte y la memoria pueden entrelazarse para mantener viva la historia. Las nuevas generaciones deben comprender que el fútbol no es solo una competencia, sino también identidad, justicia y lucha colectiva. La pelota sigue rodando, y con ella, el compromiso de no olvidar.