A partir de elementos estéticos diversos, el Tom Rud Trío elaboró un repertorio que plasmó en Espirales, el álbum que presentará hoy, miércoles 5 a las 20.30 en la Sala Osvaldo Pugliese del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, Corrientes 1543.

El trío está integrado por Tom Rud en guitarra y composición, Astrid Motura en violonchelo y Valeria Bosio en flauta traversa.

La música de la agrupación muestra un equilibrado balance entre lo académico y lo popular, tomando elementos reconocibles desde lo rítmico y armónico (milonga, zamba y tango, inclusive) a los que le aporta atinados abordajes académicos y sutiles momentos de improvisación.

La calidad como intérpretes de los integrantes del trío permite que el disco sea un paseo sonoro placentero mediante composiciones que explotan la interacción de los instrumentos, tal como lo llevan a cabo las agrupaciones de cámara.

Rud, el guitarrista y compositor del trío, dialoga con Tiempo Argentino sobre la flamante placa y el metódico trabajo que lleva adelante la agrupación.

Foto: Prensa

-¿Cómo definís el estilo de música del Tom Rud Trío?

-Hacemos música instrumental con raíces argentinas. Esto se puede percibir sobre todo en las rítmicas. Pero de alguna forma nos encuadramos en lo que se conoce como nuevas músicas argentinas o música popular contemporánea.

Por el tipo de formación que tenemos la rítmica la tienen que alternar principalmente entre la guitarra y el cello, aunque a veces también hace su aporte la flauta utilizando algunas técnicas extendidas más contemporáneas. En cierto modo se podría encuadrar lo que hacemos con lo que hace un ensamble de música de cámara.

La formación de trío hace que existan algunas restricciones obvias, pero también nos ofrece desafíos interesantes, ya que los arreglos tienen que estar muy ajustados debido a que todo el tiempo cada instrumento cumple diferentes roles dentro de la sonoridad del ensamble. Por eso es tan importante el trabajo de los contrapuntos o las respuestas hacia las preguntas del otro instrumento. Hay que jugar con las sonoridades, los timbres y las dinámicas.

-En esta época en la que lo virtual domina el mercado musical, ¿cómo consiguieron publicar Espirales?

-Lo pudimos hacer después de mucho esfuerzo y gracias a muchas personas que colaboraron con nosotros. Por suerte ganamos la beca Creación del Fondo Nacional de las Artes en 2022, y eso nos ayudó a poder llevar a cabo la publicación del disco. Siendo músicos independientes es muy complicado poder concretarlo, sobre todo haciendo música no comercial, ya que somos un trío de chelo, guitarra y flauta.

Cuando hablo de que tuvimos la colaboración de muchas personas, me refiero a quiene nos ayudaron a llevar adelante el proyecto, como Rocío Sanjurjo Ábalos en voz y bombo en el tema “Niña Nina”, Sebastián Ortega (Bastien), quien hizo la pintura original para la tapa del disco, Patricia Malamute que diseñó el logo y la web y nos asesora en las redes, Julia Tiscornia que se ocupó del diseño de las postales del disco, la filmación y el diseño audiovisual de videos y Mariano Fernández, quien fue el técnico de grabación, técnica, edición y mastering. Sin su colaboración hubiera sido más difícil llegar a publicar Espirales.

-¿Qué método de trabajo utilizan en el trío?

-Compongo mucho con la guitarra pero algunas cosas están compuestas con el piano. Luego llevo el trabajo para elaborarlo entre los tres. El cello es el que generalmente lleva adelante la base armónica y rítmica, cumpliendo por momentos la función del bajo, sobre todo con los pizzicatos. Algunas veces estos adquieren espíritus más latinos, de swing o de groove, depende de la característica de cada obra. Esa la búsqueda para utilizar elementos más modernos. En general, la línea melódica está a cargo de la flauta y yo trato de jugar entre los dos instrumentos aportando la base contrapuntística y armónica.

Usualmente presento una idea ya arreglada y ellas le ponen su impronta personal. La idea es encontrar el punto justo entre lo que se lee en la partitura y lo que cada uno le puede aportar a ella. A veces eliminar una nota o agregar otras cambia totalmente el sentido de una obra.

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Yo tuve una formación académica, pero vengo principalmente del lado del jazz, si bien incursioné también en otros géneros de la música popular. Valeria viene de la música clásica y del tango, aunque tiene un alma folclórica atrapante. Da la sensación de que el sonido le viene de adentro. Esto me posibilita utilizar muchos elementos del folklore. Astrid también viene de una educación clásica, pero tiene mucha capacidad para la improvisación. Viene tocando tango y también hace música con Quique Sinesi, lo cual le da un ejercicio y una soltura a la hora de “tirarse a la pileta” para improvisar.

-Precisamente se nota que, si bien las obras están estructuradas desde lo compositivo, hay pequeñas zonas de libertad en las que aflora la improvisación.

-Las composiciones tienen muchos momentos de improvisación. Y la idea de llamar al disco Espirales es porque cada tema se desarrolla como si fuera un espiral: comenzamos con la presentación del tema pero luego, la interacción entre los tres instrumentos genera una circularidad en la que nos permitimos jugar con los diversos elementos que tiene cada canción. Por eso el equilibrio que mencionás que se percibe en el disco, desde lo compositivo y lo interpretativo. Este era uno de nuestros principales objetivos.

Foto: Prensa

Una de las cosas que tiene el jazz es que justamente no existen los errores, como decía Miles Davis. Las notas mal tocadas no se las toman como error, sino como inicio para ir hacia otro lugar. A partir de esa nota se puede construir un discurso musical diferente.

Tom Rud Trío presenta su disco Espirales. Hoy, miércoles 5 a las 20.30 en la Sala Osvaldo Pugliese del centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, Corrientes 1543.

El disco está disponible en las plataformas Spotify y YouTube Music.