«Seguimos limando asperezas», dijo uno de los hombres más importantes del sindicalismo argentino cuando terminó la reunión que se llevó a cabo en la sede de UOCRA, sobre la avenida Belgrano.
La declaración no es ingenua. «Gordos» e «Independientes» tienen hoy un adversario en común que los obliga a trabajar en conjunto para mantener el poder dentro de la CGT e imponer su visión dialoguista en el Confederal que se llevará a cabo el próximo 25 de septiembre. El adversario se llama Hugo Moyano e intenta darle un perfil más combativo a la CGT y así poner al próximo secretario general.
Las rispideces entre el sector de «los Gordos» que aglutina a los gremios más caudalosos y de «los independientes» que mantienen buenas relaciones con todas las administraciones, surgieron en la convocatoria a la última marcha realizada por la CGT donde el aval de uno de los sectores le permitió a Moyano a través de Juan Carlos Schmid convocar desde el palco al Confederal en el que supuestamente se discutirá un plan de lucha.
Si faltaba algún obstáculo para el plan de lucha que motoriza Hugo Moyano en la CGT, ayer hubo una tregua entre dos sectores de gremios mayoritarios que permanecían enfrentados y que prometieron oponerse a un paro y reabrir las negociaciones con el gobierno. Los «gordos» de los grandes sindicatos de servicios y los «independientes» de constante diálogo con todas las administraciones mantuvieron un encuentro reservado para atenuar el malestar que persistía entre ellos luego de la marcha a la Plaza de Mayo del 22 de agosto.
El sector de gremios que se encolumna tras Héctor Daer sostiene que si los Independientes no hubiesen dado el aval la marcha no se hubiera realizado y las represalias tomadas luego por el gobierno nunca hubieran acaecido.
Según le narraron a Tiempo algunos de los dirigentes presentes la reunión fue dura en comienzo con cruces entre los sectores. Pero a la largo de la reunión que comenzó después de las 17 se llegó a un principio de acuerdo que tiene como objetivo central frenar la avanzada de Moyano y detener el posible plan de lucha.
Los dirigentes que participaron de la reunión se fueron convencidos de que se impondrán ante la visión del moyanismo y que ese será el primer paso para retomar el diálogo institucional con el gobierno.
La diferencia entre los sectores dialoguistas que se reunieron ayer y el moyanismo quedó expuesta minutos antes de que comenzara la reunión. Como si se tratara de una comedia de enredos mientras por una puerta de la UOCRA ingresaban los dirigentes que planean destruir las ambiciones del moyanismo, por la otra, Juan Carlos Schmid, el hombre del líder camionero en el triunvirato, salía por otra puerta sin tener noticias del encuentro. Schmid había llegado a la UOCRA para mantener una reunión con un delegado extranjero y se retiró sorprendido.