“Elegimos trabajar con la parte sana del paciente”, dice Javier Swedzky dramaturgo, docente y creador de Compañía al Pie de la Cama, proyecto que este año cumple 13 años y lleva 12 realizándose en el Hospital Garrahan de la Ciudad de Buenos Aires.
La Compañía –integrada también por Leonardo Volpedo, Florencia Sartelli y Laura Cardoso– se presenta semanalmente en el área de cuidados intensivos del Garrahan con sus maletas, que guardan retablos, títeres y marionetas.
Ya los conocen. Cuando los ven venir les entregan el listado de pacientes a visitar. Ellos doblan automáticamente la lista para solo ver el nombre y la habitación. El diagnóstico es algo que no necesitan para su propuesta.
“¿Tenés ganas de ver una obra de teatro?”. Con tono suave y amoroso asoman por la puerta de la habitación. Si el o la paciente acepta, la Compañía despliega escenarios, colores y texturas a los pies de su cama sobre la mesa de comidas.
“Proponemos un teatro de cercanía, íntimo, en medio del padecimiento, la enfermedad y la apatía. Pero también ofrecemos un momento familiar porque siempre hay una mamá, un papá que se engancha y es parte del público”, remarca Leonardo Volpedo, integrante de la Compañía desde sus inicios.
Lo que allí sucede es mágico. “Muchos chicos y chicas ven teatro por primera vez, tocan los elementos y se conectan con el juego por unos minutos”. Pero también, otras tantas, implica sortear el desánimo, enfermeros que entran a dar inyecciones o alarmas que se activan de un equipo médico. Cada habitación es un desafío, concluyen.
El derecho a jugar
Desde el 2008, la oficina de Representante del Paciente del Garrahan coordina los proyectos de arte y juego en el Hospital. “Generar espacios de acceso al juego y de recreación es fundamental para un desarrollo saludable y por eso lo reconocemos como derecho de todos nuestros niños, niñas y adolescentes, dándoles un lugar protagónico”, subraya Silvia Pietanesi, coordinadora de la oficina.
Allí, en el 2009, Javier Swedzky presentó la idea a una compañía francesa de teatro Theatre Inútile. Inmediatamente gustó la idea y consiguieron financiamiento para el desarrollo de las obras. El acuerdo fue producir siete obras “en espejo” en Argentina. Realizadores, artesanos y artistas argentinos desarrollaron 14 obras: 7 partieron a Francia y 7 quedaron en el país. Todas contemplan una propuesta artística para cada edad.
Desde ese momento la Compañía tuvo apoyo de diversos organismos como SENAF, Proteatro y el Régimen de Promoción Cultural de Mecenazgo. El Banco Supervielle, a través de Mecenazgo, financió el trabajo realizado en el 2023. También la Compañía ha buscado articular con distintas organizaciones sociales. Así es como llegó a Fundación SES, organización que trabaja hace 24 años junto a las adolescencias y juventudes desde una perspectiva de derechos.
“Lo que más nos gusta de este proyecto es que llega ahí donde es más difícil llegar y busca restituir algo de lo que un pibe o una piba hospitalizados están imposibilitados por el contexto de vida: el juego, la risa, la fantasía”, confiesa Mariela Ortiz Suarez, coordinadora del área de Participación juvenil y Voluntariado de SES.
“Necesitamos que estos proyectos crezcan, escalen –afirma Ortiz Suarez–. Necesitamos trabajar más interdisciplinariamente para promover el derecho a la salud de forma plena, el arte tiene mucho para aportar”.
“¿Querés tener una experiencia de realidad aumentada?”
Compañía al Pie de la Cama y Fundación SES apuestan en el 2024 a indagar en los lenguajes de la tecnología, el arte y la literatura.
Como una necesidad de llegar al público adolescente, recientemente incorporaron como parte del repertorio una historia que se cuenta ubicando un dispositivo tecnológico (tablet o celular) frente a un libro “pop up”. A través de una aplicación se despliega una historia representada por siluetas a distintas escalas.
El kit del libro y la app pertenecen al proyecto Acqua Alta y fueron donados por Jesús Nieto de la Compañía Onírica Mecánica de Murcia como aporte a la Compañía para experimentar nuevos lenguajes con adolescentes.
“La clave está en cruzar lenguajes, las disciplinas y los campos de intervención. Las adolescencias y juventudes de hoy nos llaman a pensar las cosas de forma más creativa, hay que escucharlas y proponer”, afirma Mariela y aparece nuevamente otro desafío que se emplazará a los pies de una cama.