Tiempo está en peligro es la frase que titula nuestra nueva campaña. No es el mensaje que nos hubiera gustado comunicar, pero es nuestra realidad. La cooperativa nació de un conflicto -el abandono patronal- y mantener nuestras fuentes de trabajo fue el impulso original. Hoy ese motivo se renueva.

Las razones que podemos describir probablemente no te sean ajenas. Es lo mismo que te pasa a vos en tu casa, en tu trabajo, a tu familia, a tus vecinos y amigos. Aquí multiplicado por 85 compañeros y compañeras que con orgullo hacen cada uno de los productos: el diario dominical en papel, la web, el programa de radio y las redes para informarte con una agenda que nos identifica, en la que creemos, defendemos y queremos sostener.

La primera edición de Tiempo cooperativo tuvo en su portada el número de puestos de trabajo que se perdían por semana por el cierre de empresas. Comenzaba la implementación de las políticas macristas que no solo dañaron económicamente a la clase trabajadora, sino que también la reprimieron y le recortaron derechos.

El panorama actual aceleró cada uno de esos procesos y profundizó los daños. Los contamos y los vivimos juntos. Lo denunciamos. Lo ponemos en el centro de nuestra agenda no para ser comentaristas de la realidad o solo describirla, sino como una acción de lucha. Esta época también precisa una resistencia activa, como la comunión que se generó durante el macrismo entre la cooperativa y nuestras lectoras y lectores. Somos un medio de comunicación que refleja los debates del campo popular para revertir, por ejemplo, las políticas de crueldad y miseria planificadas que impulsa el gobierno libertario.

Nos animamos a hablarte directo y claro porque en estos ocho años la cooperativa pudo continuar por el apoyo recibido en cada evento que organizamos, en cada cruce en marchas, en cada 24 de marzo. Cada mensaje en la radio, en nuestras redes o visita a la redacción no solo nos devolvió opiniones, sino que nos llenó de afecto.

Esta semana, cada persona que forma parte de nuestra comunidad recibió un mail en el cual le contamos por qué tuvimos que aumentar el valor de las asociaciones. También habilitamos la opción de aportar más dinero para quien pudiera. A pesar de dar una mala noticia, la reacción fue una muestra de fuerza y energía colectivas. Del espíritu de hacer frente incluso en un escenario tan adverso como el actual. Jubilados y jubiladas que decidieron poner un mango más. Docentes que subieron su cuota mientras llevaban adelante reclamos educativos y salariales esta misma semana. Lectoras que subieron su aporte porque sienten que Tiempo defiende sus mismos intereses. Son apenas algunos recortes de muchos mensajes cargados de perspectiva de futuro.

Por todos estos años, queremos decirles ¡gracias! Sabemos el esfuerzo que significa cada aporte mensual. Y esta vez, también tenemos un pedido. Como decía Rodolfo Walsh hace más de 40 años: “Difunda esta información, sienta la satisfacción moral de un acto de libertad”. Difundan Tiempo. Necesitamos ser más los que construyamos este medio libre de verdad.

En nuestras redes ya está rodando la campaña audiovisual que resume esta columna. Compartí nuestro mensaje. «