Un hecho insólito ocurrió en estos días en el Congreso. El trato que dio la Cámara de Diputados al proyecto de ley que busca bajar las comisiones que pagan los comercios a los bancos por operaciones con tarjetas de crédito, es cuanto menos inusual. El proyecto salió de Senadores con media sanción votada de manera unánime. Dos meses después, Diputados lo trató y lo cambió en casi todo, aunque eso sí, mantuvo el título.
El proyecto fue presentado por el senador Alfredo Luenzo, de la fuerza Chubut Somos Todos, con el respaldo de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). La Cámara Alta lo aprobó el 7 de septiembre. Recién el 10 de noviembre la comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados realizó la primera reunión informativa. La reunión fue a puro pase de facturas e intercambio de diatribas entre legisladores oficialistas y opositores. El presidente de la Comisión, Daniel Lipovetzky, y Eduardo Amadeo, por el lado del PRO; Guillermo Carmona, Carolina Gaillard y Claudio Doñate, por el FpV, entre los más activos en esa cita. Un rato más tarde, se tiraron con todo los representantes de los comercios, con los de las tarjetas, reunidos en la cámara ATACyC.
El PRO ganó la pulseada. Logró reducir el impacto de la baja en las comisiones y dejar conformes a las empresas, a los bancos y a las tarjetas, cuando parte de la oposición le dejó el camino allanado. El proyecto original pedía una baja del 3 al 1,5% por pagos con tarjetas de crédito y del 1,5 al 0%, por el uso del débito. Con los cambios de Diputados, bajará de 3 a 2% y de 1,5 a 1%, en forma gradual, en dos años, respectivamente. Además, permite a los comercios cobrar precio diferencial por pago con tarjeta, lo cual afecta directamente a los consumidores y está hoy prohibido por la Ley 25.065.
«Fue muy conflictiva la situación. La reunión fue muy subida de tono», detalló Carmona a Tiempo. Una semana más tarde, la nueva ley con el mismo título obtuvo media sanción en Diputados. Tras los cambios, volvió a Senadores.
Es común que un proyecto, al pasar de una Cámara a otra, sufra modificaciones y vuelva al recinto original. Pero en esta oportunidad los cambios modifican, según Luenzo el autor el propio espíritu de la ley. «El trato que le dieron en Diputados se desentiende, maltrata y desestima a la otra Cámara. Se desconoció el proyecto original y se agravó la situación de los usuarios. Ha resultado una falta de respeto», se quejó Luenzo en Parlamentario.com. Además, cuestionó el rol de CAME, impulsora del proyecto y que luego modificó su posición ante los cambios del PRO.
En el mismo sentido, Carmona expresó: «El Frente Renovador y el Justicialismo iban a acompañar el dictamen. Pero después se corrieron, no insistieron. A la semana, apretaron a CAME para que aceptara un porcentaje menor; un nuevo proyecto con cosas que no tenían nada que ver. Lo único que quedó fue el artículo 4 y con porcentajes reducidos».
«Me sorprendió la actitud de CAME. Creo que entraron en un juego de negociación que no les convenía. Erraron en la estrategia. Ahora, vuelve todo a cero. Tengo serias dudas de que salga este año», advirtió Carmona.
En tanto, Carolina Gaillard dijo que «el oficialismo lo frenó desde el primer momento. Además, hubo un fuerte lobby por parte de las tarjetas. Ahora, hay que ver cómo reacciona el Senado.» «