El tarifazo de 251% en el transporte público del área metropolitana de Buenos Aires dispuesto por el gobierno de Javier Milei puso el valor del boleto mínimo en niveles comparables con los meses previos a la pandemia y muy cerca del pico más alto alcanzado durante la gestión de Mauricio Macri.

A partir de este martes, los usuarios de colectivos de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano deberán pagar $ 270 por el viaje más corto, de hasta tres kilómetros de extensión. Los montos subirán a $ 300,78 y a $ 323,95 para las secciones siguientes, de hasta seis y nueve kilómetros.

Los valores para el boleto mínimo habían subido de $ 53 a $ 76,92 en enero. En ese momento el gobierno, a través del Ministerio de Infraestructura, indicó que era imperioso salir del congelamiento que venía desde agosto de 2023, cuando se había suspendido el mecanismo de indexación según el índice de precios para el Gran Buenos Aires que elabora el Indec.

De acuerdo a un estudio realizado por el economista Nery Persichini, si se actualizan todas las cifras a los valores de febrero de 2024, el pico más alto del boleto mínimo en los últimos 20 años fue alcanzado en 2019, cuando Mauricio Macri era presidente y el Ministerio de Transporte estaba a cargo de Guillermo Dietrich. En ese momento, luego de un largo proceso de ajuste para minimizar los subsidios estatales (que también alcanzó las facturas de gas, electricidad y agua corriente), el boleto del AMBA costaba $ 371, a valores de hoy. Ese fue el punto más alto de los últimos 20 años. El kirchnerismo había dejado el gobierno en 2015 con una tarifa subsidiada que a precios de hoy era de 177 pesos.

Persichini también comparó la tarifa actual con el ingreso medio de la población, medido a través del RIPTE, la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables. Ese número, elaborado por el Ministerio de Trabajo, es el promedio de lo que perciben los trabajadores en relación de dependencia.

De esa manera, el analista calculó que 40 viajes en colectivo en el área metropolitana equivalen a 1,9% del salario medio. La relación es similar al fin del macrismo, en 2019, y casi cuadruplica el 0,5% al que llegó a descender durante el gobierno de Alberto Fernández. “Con el último RIPTE, de noviembre de 2023, el salario real tocó el mínimo en 14 años. Es gran parte del problema”, observó Persichini.

El estudio se hizo en base a la tarifa mínima, pero los números se puede elevar sustancialmente para quienes viven en el conurbano. Según un cálculo de Tiempo, aún con los beneficios de la Red SUBE (que bonifica parte del segundo y del tercer tramo hecho dentro de las dos horas de iniciado el viaje), un trabajador que vive en el conurbano y se desempeña en la capital gastará alrededor de $ 1.000 por día para ir a su lugar de empleo, si utiliza el combo colectivo-tren-colectivo para ir y para volver.

La tendencia puede agudizarse en los próximos meses, según surge de la resolución 5/24 de la Secretaría de Transporte que habilitó el aumento. En la norma, el secretario Franco Mogetta no sólo cita la necesidad de atender el reclamo de los mayores costos del sector empresario, sino que advierte que los nuevos cuadros tarifarios “podrán ser ajustados bimestralmente o por un período mayor, por medio de acto administrativo expreso de la Secretaría de Transporte. Dicho ajuste será, como máximo, equivalente a la variación acumulada del Índice de Precios al Consumidor” que elabora el Indec. Dicho de otra manera, las tarifas serán indexadas por la inflación y si el salario real evoluciona por debajo, el peso de las tarifas en los ingresos de la población será todavía mayor.