La primer parte de la noticia había trascendido a inicios de la semana pasada. Nicolás Fernández, el primer y por ahora único futbolista hombre en contar públicamente su homosexualidad en Argentina, dio a conocer que había sido insultado por su orientación sexual durante un partido de la Liga de Trenque Lauquén entre su equipo, Huracán de Pellegrini, y el rival, Argentino de Trenque Lauquen. El árbitro Marcelo Saavedra había escuchado los gritos del agresor, Benjamín Orosco, y lo había expulsado. Pero faltaba la sanción del Tribunal de Disciplina del torneo y finalmente se conoció este jueves por la noche.
La pena fue durísima: once fechas para Orosco. Lo confirmó y contextualizó a Tiempo Miguel Pacheco, el presidente de la Liga de Trenque Lauquen: «No podrá jugar hasta el año que viene». Pero también otro integrante de la delegación de Argentino, en aquel partido de hace dos semanas ante Huracán, recibió una sanción fuerte: Julio Molina, el técnico de Argentino, fue suspendido durante nueve fechas.
Para que las penas fueran tan elevadas resultó clave, además del compromiso de los integrantes del Tribunal de Disciplina, el informe del árbitro, Marcelo Saavedra, de Tres Lomas, otra de las localidades al oeste de la provincia de Buenos Aires.
En diálogo con Tiempo, Saavedra contó: «En el primer tiempo, el arquero de Huracán, Nicolás Fernández, me dijo que el 9 de Argentino le estaba diciendo cosas sobre su sexualidad. Le dije que siguiera jugando y que, cuando yo lo escuchara, tomaría alguna medida. Y en el segundo tiempo, luego de una jugada en el área de Huracán, llegué a escuchar agresiones sexuales, subidas de tono, del 9 visitante al arquero local».
«Primero le saqué tarjeta amarilla pero en el momento me di cuenta que, al tratarse de una agresión verbal, el reglamento me autorizaba a expulsarlo, y entonces cambié la tarjeta amarilla por la roja», explicó Saavedra sobre la expulsión a Orosco. «Le gritaba ‘puto, culo roto, maricón», explicaron a este diario testigos del partido. Pero la jugada no terminó allí.
«Cuando el juego se iba a reanudar, escuché que me gritaron desde el banco de suplentes de Argentino. Le pedí al técnico que se calmara, que recapacitara, pero siguió hablando y dijo ‘siempre lo mismo con el puto ese’. Entonces también lo expulsé», agregó el árbitro que, como si fuera poco, luego tendría que suspender el partido por gritos de la hinchada de Argentino, primero de manera provisoria, y luego ya definitiva, cuando se jugaba tiempo de descuento.
También en diálogo con Tiempo, Fernández se mostró «conforme» con el fallo del Tribunal, al que calificó de «acertado», aunque lamentó que no haya sanción al club agresor -el partido se dio por finalizado cuando faltaban pocos minutos, y Huracán perdía 1 a 0-.
«Estoy conforme en cuanto a la solución de la liga, me parece acertado el fallo, si bien no hay sanción al club, que habría sido importante. Me soprendió para bien el informe del árbitro, que aportó los insultos del técnico, que yo no los había escuchado», dijo el arquero agredido.
«El aporte de la Liga es que la próxima vez que, alguien tenga ganas de insultar adentro de la cancha, lo va a pensar, por la discriminación o por la sanción. Lo que no puedo entender es la falta de respeto, pero en definitiva estoy conforme», explicó Fernández, que volverá a jugar con Huracán, sexto en la tabla, este fin de semana ante Ferro de Trenque Lauquen.
Para Orosco y Molina, en cambio, se terminó el año.