La llegada de Federico Sturzenegger al gabinete sigue dando tela para cortar. Todavía siendo sólo un asesor externo, el ex presidente del Banco Central genera rispideces dentro de la gestión, al punto que el presidente Javier Milei suspendió la reunión prevista para la tarde de este martes, en donde se esperaba que ambos economistas delimitaran las funciones del ex ministro macrista, algo que finalmente no ocurrió.
Las versiones moderadas del desencuentro alegaron “problemas de agenda”. Lo cierto, sin embargo, es que la reunión no estaba en los calendarios del libertario ni de su jefe de gabinete, Guillermo Francos. “Nos enteramos por los medios de la reunión”, ilustraron ante Tiempo desde uno de los despachos del Ejecutivo. Esto, dicen desde el riñón de Casa Rosada, no fue casualidad.
La dilatación de su aterrizaje habría molestado al cráneo del DNU 70/2023, quien dejó trascender una reunión inexistente. A la par, el mismo domingo que la prensa daba a conocer la cumbre que no fue, otro de los asesores económicos del presidente, Fausto Sopotorno, con quien Sturzenegger trabajó por varios años, salió a apuntar contra Luis Caputo.
“Mi sensación es que Caputo vino con un plan inicial para salir de los problemas de corto plazo y ordenar las cuentas del Banco Central. Luego de eso viene un plan más mileísta, más puro”, dijo sin titubear el director del Centro de Estudios Económicos de Orlando J. Ferreres & Asociados para luego postular a su colega como reemplazante.
La entrevista del economista no cayó en gracia en Balcarce 50. Uno de los funcionarios más cercanos al presidente menospreció los dichos del economista y advirtió que espera que sean “un error de principiante” y no una operación para desgastar al “mejor ministro de la historia». La misma línea siguió el propio Milei, quien en declaraciones televisivas extinguió de un soplo todos los fuegos amigos. “Nadie le puede tocar el culo a Toto”, afirmó tajante el libertario.
Aunque reconocen las molestias, en el gobierno afirman que la llegada de Sturzenegger al gabinete es un hecho. Todavía sin confirmar si será bendecido con una secretaría de estado o un ministerio, en Casa Rosada explican que el economista estará a cargo de tres secretarías claves, que hoy dependen de la jefatura de gabinete: Transformación del Estado y de la Función Pública; Innovación, Ciencia y Tecnología, y Simplificación del Estado.
En esta línea, además, no descartan que pueda absorber secretarías dependientes de otros ministerios que estén en línea con la “modernización” del estado que buscan llevar adelante.
Con esta redistribución de tareas, explican desde el gobierno, Guillermo Francos tendrá a su cargo menos responsabilidades y concentrará su gestión en ser un ministro coordinador. Así lo dejó en claro el propio ex ministro del Interior durante la última reunión de gabinete, quien encargó a sus compañeros de barco hacerse cargo de sus ministerios sin depender del visto bueno de la jefatura.
La postura de Francos es la principal demanda que tenía Karina Milei sobre la gestión del olvidado Nicolás Posse. Con vicios de CEO, el ex titular de las carteras ministeriales obligaba a sus pares a tener un mecanismo de doble control para cada una de las resoluciones que se firmaban, lo que generaba trabas innecesarias en el día a día del gobierno. “Lo que podía resolverse en una semana, con Posse tardaba un mes. Así se generó un cuello de botella que terminó explotando”, dijeron por entonces a Tiempo los equipos técnicos del gobierno.
Las funciones de Sturzenegger
Una vez en el cargo, Federico Sturzenegger utilizará el virtual Ministerio de Modernización para dar rienda suelta a las desregulaciones económicas que el gobierno pretende llevar adelante en su gestión. A su vez, el economista estará a cargo de ejecutar los despidos de más de 45 mil contratados que “interfieren con el plan de déficit cero” del gobierno. Según precisaron fuentes del oficialismo, el segundo tramo de estos despidos iniciará a fines de junio, con la expectativa de llegar a diciembre con 70 mil empleados estatales menos.
Además de las desregulaciones económicas, que se habilitarán una vez que la Ley Bases sea promulgada, dentro de las funciones que asumirá Sturzenegger se encuentra la puesta en marcha de una ley que elimine otras del Código Civil y Comercial que, por obsolescencia, empantanan la puesta en marcha del sistema jurídico. Según entienden desde el gobierno, se trata de alrededor de dos mil leyes a eliminar. “Es para limpiarlo un poco, no elimina ninguna norma actual, sólo las que hayan quedado viejas”, explicaron a este medio sobre la ley “hojarasca”, como se refieren en la intimidad al proyecto.
En tanto, según pudo reconstruir este medio, el economista solicitó al presidente la potestad de todas las empresas del estado, el mayor paquete de negocios que tendrá el oficialismo una vez que comience con el proceso de privatizaciones. El libertario se negó y entregó a su alfil más cercano el manejo de este desmembramiento.
Tal como contó Tiempo, el gobierno desplazará en los próximos días al actual titular de Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado, Mauricio González Botto, hombre del eyectado Nicolás Posse. En su lugar, asumirá el abogado mendocino, Diego Chaher, ex Corporación América y hombre del superpoderoso Santiago Caputo, quien estará a cargo de llevar las riendas de las privatizaciones desde un nuevo organismo.
En pocas semanas, el gobierno disolverá la Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado y creará en su lugar la Unidad de Ejecutora de Empresas, desde donde Chaher iniciará las gestiones administrativas necesarias para privatizar Enarsa e Intercargo, concesionar Aysa, Belgrano Cargas, Corredores Viales y Sociedad Operadora Ferroviaria (Sofse), y garantizar el ingreso de capitales privados a Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA) y Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT). A esta lista se sumarían, en caso que el Congreso lo apruebe, el resto de las empresas que el oficialismo insistirá la próxima semana con privatizar como Aerolíneas Argentinas, RTA, y Correo Central.