La obesidad es una condición multicausal y su incremento tiene que ver con una cuestión de salud pública. Sin embargo, cuatro de cada diez personas con obesidad o sobrepeso consideran que su condición se debe a su falta de voluntad para revertirla. Y sólo tres de cada diez considera que la situación se puede prevenir. Son algunos de los resultados de un relevamiento sobre esta población, que expuso la necesidad de más concientización y menos desinformación, en el marco del Mes de la Obesidad.

En la Argentina, más de seis de cada diez personas adultas tiene sobrepeso u obesidad. En infancias y adolescencias la proporción también es alta: cuatro de cada diez. Son porcentajes que vienen en aumento en los últimos años, según informes realizados por la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) desde la pandemia.

En este contexto, los resultados de un relevamiento específico sobre esta población muestran que aún persiste una visión errónea y reduccionista sobre la obesidad y alertan sobre la necesidad de más herramientas, información y acompañamiento profesional.

Múltiples causas

“Se trata de una problemática de salud con múltiples causas, que incluyen factores genéticos, metabólicos, hormonales, psicológicos y ambientales. Es fundamental seguir trabajando en la concientización para comprender que la obesidad no es una cuestión de carácter o falta de voluntad, sino una realidad compleja que requiere un abordaje integral y libre de estigmas«, remarcó Virginia Busnelli, médica especialista en Nutrición, experta en la temática y actual presidente de la SAN.

La profesional se pronunció a partir de los datos arrojados por el relevamiento realizado por Neuronal Crafted Data -el área de data intelligence de Urban Grupo de Comunicación-, a pedido de Novo Nordisk Pharma Argentina. La consulta se llevó adelante durante octubre de 2024 e incluyó a 350 participantes, mayores de 18 años (81% mujeres y 19% hombres) que manifestaron tener exceso de peso y haber realizado al menos una consulta con un profesional de la salud por esta causa.

“Confiamos en que contribuya a visibilizar esta problemática, nos haga reflexionar y genere conversación al respecto. Confiamos en que este trabajo sea el inicio para profundizar en las percepciones y desafíos alrededor de la obesidad en nuestro país, y así contribuir a mejorar la salud”, anheló Gabriel Barasch de Neuronal Crafted Data.

Uno de los datos más preocupantes del informe tiene que ver con que sólo el 30% de los consultados considera que el sobrepeso es prevenible, pese a que hay estrategias para evitar su desarrollo.

“La promoción de hábitos saludables, como una alimentación equilibrada, generando entornos seguros, y llevar una vida que incluya la práctica regular de actividad física, horas de sueño adecuadas y una gestión consciente de las emociones, entre otras medidas, son estrategias que pueden y deben aplicarse para prevenir el desarrollo de la obesidad. Además, la educación nutricional para la salud en general, y la implementación de políticas públicas efectivas desempeñan un rol crucial”, indicó Ana María Cappelletti, coordinadora del Grupo de Trabajo de Obesidad de la SAN.

No se trata de una problemática individual ni afecta a un determinado sector social: “La responsabilidad va mucho más allá del plano individual y atraviesa a todos los sectores sociales, empresariales, políticos y gubernamentales”.

De hecho, el 90% de las personas consultadas dijo haber padecido discriminación por su condición, más allá de su pertenencia de género, clase social u otro factor. “Este estigma puede generar consecuencias emocionales y psicológicas negativas, como baja autoestima, ansiedad, y depresión, lo que a su vez puede dificultar la búsqueda de tratamientos adecuados para su control”, advirtieron los especialistas.

Cronicidad

Si bien seis de cada diez personas con sobrepeso u obesidad plantearon que sostener resultados en el tiempo es el factor más importante para el éxito del tratamiento, cinco de cada diez admitieron que se desaniman y abandonan el intento cuando no logran los resultados esperados.

“Por un lado, esto refleja la cronicidad de la obesidad, una problemática que no se resuelve de un día para el otro. Desde un punto de vista biológico, la obesidad tiende a perpetuarse, ya que cuando una persona comienza a perder peso, su propio organismo activa mecanismos compensatorios cuyo objetivo es recuperar el peso perdido: la obesidad ‘protege’ a la obesidad”, explicó Busnelli. Y señaló que “esto pone en evidencia la importancia de contar con el acompañamiento de un profesional de la salud, quien guiará el proceso de manera segura y efectiva y ayudará a la persona a alejarse de falsas promesas y soluciones mágicas que pueden hacerle perder tiempo, dinero e incluso poner en riesgo su salud”.

En el Mes de la Obesidad, el mensaje de la SAN apuntó a remarcar que “la necesidad de prevenir o abordar la obesidad no es una cuestión estética, sino una problemática de salud que puede tener implicancias complejas al incrementar el riesgo futuro de desarrollar enfermedades como las cardiovasculares, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer, además de impactar negativamente en la salud mental y la calidad de vida”.