La diputada Elisa Carrió cumplió con su palabra y presentó pasadas las 17 horas en la Mesa de Entradas de la Cámara de Diputados el pedido de juicio político contra el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, por “mal desempeño y eventuales delitos en el cumplimiento de sus funciones”.
Tal como como quedó claro en los últimos días el pedido sólo contó con el acompañamiento de los legisladores de la Coalición Cívica. En el texto que ingresó esta tarde al Palacio Legislativo no firmas de radicales ni de representantes del PRO.
La diputada oficialista funda sus pedido en la “intromisión” del funcionario en las competencias del Poder Judicial y el Poder Legislativo, a raíz de sus declaraciones sobre las detenciones de expresidentes, las cuales considera van contra “los principios rectores” de su fuerza política.
Carrió había anticipado, como suele ser su costumbre, desde un set de televisión que este martes la Coalición Cívica presentaría formalmente el pedido de juicio político contra el ministro de Justicia, Germán Garavano.
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La iniciativa de Carrió es solo defendida por los propios. El resto de los legisladores que representan a la alianza de gobierno manifestaron su rechazo.
En ese marco el diputado macrista Daniel Lipovetzky adelantó que a su juicio el pedido “no tiene fundamento”. En el mismo sentido se expresaron los los diputados Pablo Tonelli y Eduardo Amadeo.
Ambos diputados del PRO coincidieron en que el pedido es exagerado y que el PRO como partido no acompañará el pedido de la Diputada.
Tonelli en declaraciones radiales aclaró que “una cosa es disentir con un ministro, lo cual me parece absolutamente legítimo, normal y saludable, y otra cosa es pedir un juicio político, que sólo procede en casos sumamente graves”.