Tras el accidentado recital de Olavarría del sábado pasado, el Indio Solari rompió el silencio con una escueta declaración a la agencia Paco Urondo en la que volvió a acusar a los medios de publicar información falsa y valoró el trabajo de la fiscal Susana Alonso, quien tiene a su cargo la investigación de los hechos. Pero además, Solari difundió una carta que le escribió a una amiga antes del concierto, en la que le dice que se retiraría de la figuración pública después de Olavarría para tratar su salud y aclarar que no es un militante kirchnerista.
«No tienen información dada por los diarios que sea cierta. La fiscal habla de la verdad y negó (en la indagatoria) todas esas versiones como faltas a la verdad de lo sucedido y a las víctimas. Leyendo las noticias, hoy, me encuentro una vez más, situado en un lugar protagónico que me excede», mencionó a la agencia Paco Urondo.
Solarí compartió con la citada fuente una carta que le había enviado a una amiga antes del recital de Olavarría y que «lo representa en este momento».
«He tomado la decisión de guardar mi personalidad pública hasta después del concierto de Olavarría y tomar un descanso luego, que me permita observar mi salud. Tratando de evitar decepciones injustas, estoy usando estos días para explicar (una vez más) que no soy un militante. Estoy, así también, contestando a cada uno de quienes han requerido mi solidaridad.
Debo creer que, en justicia, nunca les ha interesado mi manera de actuar políticamente. Están convencidos de su mirada y de sus actos, viéndolos como los únicos gestos posibles y efectivos para pulsear con los eternos dueños del poder. No sé qué motiva esa creencia a la luz de los resultados. Mi motor político tiene muy poco que ver con esas maneras. Tengo la edad suficiente como para no tolerar más el dominio cíclico de quienes así justifican sus acciones.
He acompañado, con expresiones de ciudadano elogiosas, decisiones que tomó la administración Kirchner toda vez que en una entrevista me preguntaron algo al respecto. Eso me ha transformado para muchos en la ‘rata kirchnerista’.
Sin embargo, mi manera de oponerme a los «círculos dominantes’, del color que sean, no llega a transformarme en algo con similar poder. Parece ser que la fábula madre ha impuesto que ‘para luchar con un monstruo debes contemplar la necesidad de transformarte en uno’. Ya hemos visto cómo termina eso. Sartre nos lo contó en El Engranaje hace mucho tiempo ya. Todo esto me obliga a definirme periódicamente, cosa que siento humillante. Pero bueno…que ruede la bola!
Soy un hombre de la psicodelia y por lo tanto comparto, con pocos, una visión diferente a la que abunda en la sociedad. No voy a exponer en éstas líneas lo que deja la experiencia lisérgica. Lo importante, lo desconocido y al mismo tiempo ignorado, es la transformación metafísica que se da en uno durante esa aventura. Desde allí creo que, mi codiciada por muchos políticos, llegada a las gentes, se debe a simplezas que exhiben mis canciones mientras transportan emociones.
Creo, eso sí, que se debe trabajar mucho sobre y con la educación y la cultura en honestidad. Hombres y mujeres transparentes y diáfanos, ante un proyecto mediocre, se darán maña para llevarlo adelante con bien. Mientras que con un plan brillante, la canalla volverá a arrastrarnos con su desvarío planificado al sufrimiento.
He acompañado en toda causa de derechos humanos, incluyendo libertades primordiales y acceso a labores que permitan vivir dignamente. Pero estos últimos meses, compromisos tomados en distintos momentos y resueltos todos a la vez (no por mi conveniencia), han limado mi personalidad artística. Con dedicación en algunos casos han tratado también, de confundirme con artistas entregados al entretenimiento. No veo mal que muchos y dignos se dediquen a ello, pero nunca estuvo en mis planes mantener entretenida a la gente.
Todo esto, sumado al cansancio que trae mi dolencia y los cambios de temperamento que provocan mis medicinas me llevan a tomar un descanso, quizás prolongado, de mis presentaciones en público. No faltará quien me eche en cara que este no es el mejor momento. NUNCA ES EL MEJOR MOMENTO. LA CANALLA NO DESCANSA NUNCA».
Su biógrafo , Marcelo Figueras, aclaró en redes sociales que no se trató de un comunicado oficial y explicó el origen del texto.