El senador nacional por Jujuy, Guillermo Snopek, apuntó duramente contra el gobernador Gerardo Morales, tras la reformar de la constitución provincial. Enemigo del precandidato a vicepresidente de Horacio Rodríguez Larreta, denunció que hace siete años en territorio jujeño se vive bajo un “gobierno provincial autoritario”.
En las filas del peronismo alternativo y en un mano a mano con Tiempo, el presidente del bloque Unidad Federal, le bajó el tono a la posible intervención de la administración de Alberto Fernández en su provincia: “Creo que el gobierno nacional tiene que generar instancias de diálogo político y social para que la situación se encauce”.
– ¿Qué piensa de lo que está pasando en Jujuy y sobre la represión que se hizo?
– Lo que estalló estos días en Jujuy es ni más ni menos que la consecuencia más tremenda y descarnada de más de siete años de un gobierno provincial autoritario, que fue sembrando en nuestra provincia miseria y hambre mientras esparcía el miedo por todos los estamentos de la sociedad.
No es algo que haya empezado ahora, sino más bien que estalló ahora por la exacerbación de ciertas posturas del gobierno de Morales que se dieron en torno a la reforma de la Constitución y que tienen que ver con multiplicar la discrecionalidad a la hora de gobernar, avasallando los derechos de los ciudadanos y eliminando mecanismos de control.
– ¿Por qué cree que Morales ganó la elección y hasta qué punto la mayoría de la sociedad jujeña respaldaba está constitución o no?
– Creo que Morales diseñó una trampa al unir una elección ejecutiva con la elección de autoridades para la convención constituyente. Fue hábil en manipular el calendario electoral, modificando dos veces las fechas de las elecciones y despegándolas de las nacionales y, paralelamente, logró la impugnación de los candidatos a gobernador de dos espacios distintos: la mía en Unidad por Jujuy y la de Luciano Demarco, por el Partido Vía.
En cuanto a la reforma, lisa y llanamente presentó un PowerPoint y unos spots audiovisuales con consignas absolutamente lavadas, como “proteger a los animales” o “cuidar el medioambiente”. Cuando comenzó a trascender el texto de lo que se estaba tratando en la Convención, no tenía nada que ver con lo que se dijo en la campaña.
– ¿Cómo recuperar el peronismo jujeño cómo partido de oposición?
– Yo creo que el peronismo está en la calle, en el barrio, en la fábrica, siempre lo creí así, tiene que ver con un sentimiento de solidaridad y de no ser indiferente a la injusticia social. Por eso, creo que lo principal para el peronismo tiene que ser el buscar esa raíz e interpretar los intereses de las clases postergadas, generar movilidad social ascendente, ponerle límites a la especulación y apuntar a la distribución del ingreso.
– ¿Qué podría hacer ahora el gobierno nacional si no le dan los números para la intervención federal?
– El gobierno nacional tiene que generar instancias de diálogo político y social para que la situación se encause. Hoy lamentablemente se llegó a un punto en el que la situación es muy grave y tiene que actuarse con mucha responsabilidad.
– La prisión de Milagro Sala que ya lleva 7 años, ¿es parte del mismo ejercicio autoritario del poder?
– Con la prisión de Sala se dio una paradoja de origen, que es detenerla por una causa y luego dejarla en la cárcel por otra; así como se detuvo al ex gobernador Fellner y a las 48 horas recuperó su libertad. Del mismo modo se inició una “Megacausa” contra todos los intendentes y ex intendentes, que se activa y desactiva según las circunstancias políticas. Creo que todo lo que pasa en el Poder Judicial tiene la firma de Gerardo Morales: nada se hace contra su voluntad.