La clasificada selección argentina, con un Lionel Messi inspirado y un gol de antología de Ángel Di María, amplió este viernes su invicto a 30 partidos y se despidió de sus hinchas en Buenos Aires con fiesta en La Bombonera antes del Mundial de Qatar 2022, al golear 3-0 a la eliminada Venezuela.
Por la penúltima fecha de la clasificatoria sudamericana y ante 50.000 hinchas que celebraron el triunfo con euforia, abrió la cuenta Nicolás González a los 35 y Di María aumentó a los 79. Messi le puso la frutilla al postre a los 82, pese a rematar pifiado un centro al pecho de Di María. Argentina se afianzó con 38 puntos como escolta de Brasil, con 42. Se medirá con Ecuador en Guayaquil el martes en la última fecha.
En verdad, las emociones aparecieron casi al final. Di María entró y armó una apilada de defensores que selló con un mágico tiro de emboquillada. Messi había sido el factor de desequilibrio por velocidad y claridad durante todo el juego.
El seleccionado de Lionel Scaloni acumuló su 30mo. partido consecutivo sin perder y quedó a solo uno de igualar la mejor marca histórica que consiguió la «Albiceleste» de Alfio Basile entre 1991 y 1993. El vigente campeón de América tendrá la posibilidad de empardar ese registro el martes próximo desde las 20.30 cuando visite a Ecuador en Guayaquil por la 18va. y última fecha de las Eliminatorias.
El 3-0 sobre Venezuela en La Bombonera significó vigésimo triunfo en una serie que se completa con diez empates entre partidos oficiales (24) y amistosos (6). La última derrota de Argentina ocurrió el 2 de julio de 2019 frente a Brasil (0-2) en el estadio Mineirao de Belo Horizonte, por las semifinales de la Copa América.
La Venezuela de José Pekerman, reconocido en la previa del encuentro, ofreció resistencia hasta la primera hora del partido y deberá trabajar mucho para soñar con la posibilidad de estar en el Mundial Estados Unidos México Canadá 2026.
Con las bajas de Emiliano Martínez, Cristian Romero, Marcos Acuña, Giovani Lo Celso, Ángel Di María y Lautaro Martínez, el entrenador Scaloni tuvo que rearmar el equipo, pero la idea original se mantuvo. Armani, quien era titular hasta la irrupción de «Dibu» Martínez, fue el dueño del arco, Germán Pezzella acompañó a Nicolás Otamendi en la zaga central.
Las nuevas variantes fueron en la zona media, ya que a Rodrigo De Paul y Leandro Paredes se sumó la presencia de Alexis Mac Allister, quien se paró como interno por izquierda. Messi, la manija del equipo, se ubicó libre por el medio y en los extremos estuvieron alternando tanto González como Joaquín Correa.
Desde el inicio, la intención de la Argentina fue tener circulación de pelota con paciencia para intentar romper la línea de cinco defensores planteada por Pekerman. En la primera media hora le costó al equipo poder generar situaciones de peligro. El primer disparo de Messi fue suave a los 3 minutos del primer tiempo.
Después, recién a los 16m., el equipo encontró otra aproximación con una recuperación en campo de propio de Joaquín Correa, quien combinó con Messi en la entrada al área, pero cuando intentó devolvérsela se encontró con un defensor venezolano. El ataque de la «albiceleste» iba al ritmo de Messi, porque cuando el astro aceleraba, el público se levantaba. Luego de un par de aproximaciones, el gol finalmente llegó a los 34 minutos, en una jugada que inició -una vez más- Messi que buscó sin suerte a González. El rechazo de la defensa venezolana fue corto y la presión de Mac Allister tuvo efecto, ya que abrió hacia la derecha para De Paul y el ex Racing asistió al medio a Nico González.
En el segundo tiempo, el libreto del partido fue similar, ya que Argentina no cedió el protagonismo y fue en busca de más goles para animar a un público que estaba deseoso de gritar goles. Cuando el partido parecía quedar en el 1-0 solitario, el ingreso de Di María, uno de los más requeridos por el público, cambió la historia y reavivó el clima de fiesta para homenajear a los campeones de América.
Unos minutos después de entrar, «Fideo» recibió un gran pase de De Paul, otro de los puntos altos del equipo, y ante la salida de Faríñez definió de emboquillada, su marca registrada en los goles con la Selección. Pero para coronar la noche faltaba algo y era el gol de Messi. El crack del PSG cumplió porque Di María armó una buena jugada por derecha y lo dejó solo en el área chica.
El ganador de siete Balones de Oro dominó y definió con la derecha mordida pero le alcanzó para superar a Fariñez y desatar la fiesta en La Bombonera. Un nuevo paso para la «Scaloneta», que pese a los cambios afianza su idea, extiende la racha invicta y sueña de la mano del pibe de casi 35 años.