Un ataque contra la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, bajo control ruso desde marzo, desató este lunes una ola de acusaciones cruzadas entre Moscú y Kiev, mientras se dispara el alarma por las «consecuencias catastróficas» que puede tener el bombardeo, advirtieron autoridades del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
«El domingo 7 de agosto, las fuerzas de (el presidente ucraniano, Volodimir) Zelenski cometieron otro acto de terrorismo nuclear contra las obras de infraestructura energética de la planta nuclear de Zaporiyia», informó el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, quien explicó por el ataque «resultó dañada la línea de alta tensión abastecía las provincias de Zaporiyia y Jerson
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió que el bombardeo de la central es «potencialmente peligroso en extremo» y podría «tener consecuencias catastróficas para una vasta zona, incluyendo el territorio europeo».
Peskov pidió a los países que tiene influencia en las autoridades ucranianas que la utilicen «para descartar la continuación de estos ataques».
Paralelamente, el jefe de la agencia nuclear ucraniana Energoatom, Petro Kotin, hizo un llamado para desalojar a los ocupantes rusos y crear una «zona desmilitarizada» en los alrededores de la planta.
Desde ocurrido el ataque, entre la noche del viernes y el sábado en la madrugada, Ucrania y Rusia se acusan mutuamente, pero ninguna fuente independiente pudo confirmar la veracidad de la cada acusación.
En su mensaje de video diario, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski culpó este lunes a Rusia por el ataque y dijo que «los ocupantes crearon otra situación extremadamente peligrosa para toda Europa».
«Cualquier bombardeo contra esta instalación es un crimen abierto y flagrante, un acto de terror», dijo, e insistió en la necesidad de reconocer a Rusia como un «estado patrocinador del terrorismo» y pidió más sanciones «contra toda la industria nuclear rusa».
Estados Unidos tomo partido por Ucrania y pidió este lunes a Rusia detener toda actividad militar en las centrales nucleares de Ucrania y sus cercanías, incluyendo la de Zaporiyia.
«Seguimos pidiendo a Rusia cesar todas las operaciones militares dentro y en los alrededores de las centrales nucleares ucranianas y que le devuelva su control a Ucrania», porque «combatir alrededor de una central nuclear es peligroso» dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean Pierre, en una rueda de prensa a bordo del avión presidencial, Air Force One.
«Cualquier bombardeo contra esta instalación es un crimen abierto y flagrante, un acto de terror»
Volodomir Zelenski
También el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que cualquier ataque a una planta nuclear es «una misión suicida».
El director del OIEA, el argentino Rafael Grossi, expresó su preocupación por el bombardeo y subrayó que las acciones militares en la zona de la central nuclear entrañan «un peligro muy real de catástrofe nuclear»..
El OIEA impulsa que una delegación propia y otra de la ONU lleguen a la central nuclear para ver su estado e investigar los ataques, informó este lunes el jefe de la administración de esta provincia, Evgueni Balitski, quien agregó que tras el ataque denunciado por Rusia dos de sus reactores no funcionan a plena capacidad.
Moscú dijo estar dispuesto a ayudar al OIEA en la organización de una visita informó el representante permanente ruso ante las organizaciones internacionales en Viena, Mijaíl Uliánov.
El ataque
Rusia tomó control de parte de la provincia de Zaporiyia, incluida la ciudad de Energodar, donde está ubicada la planta nuclear que cuenta con seis reactores de agua presurizada del modelo VVER-1000 y tiene una capacidad total de 6.000 megawatts.
En tanto, las fuerzas ucranianas volvieron a atacar esta madrugada un importante puente de Jerson, ciudad del sur de Ucrania y ocupada por las tropas rusas, anunciaron las autoridades de Kiev.
«Vaya noche para los ocupantes de la región de Jerson. Ataques en la zona del puente Antonovski», afirmó en Facebook un diputado regional, Serguei Khlan, respecto de la ofensiva ucraniana sobre la ciudad sureña bajo control de las fuerzas rusas.
La portavoz del comando sur del Ejército ucraniano, Natalia Gumeniuk, confirmó los bombardeos.
«El control del fuego que hemos estado desarrollando desde hace varios días está funcionando. Los impactos son considerables tanto en el puente Antonovski como en el Kajovski», declaró a la televisión ucraniana, reportó la agencia de noticias AFP.
Por otra parte, dos buques con alimentos zarparon este lunes de los puertos ucranianos de Yuzhni y Chernomorsk, comunicó el Ministerio de Defensa de Turquía.
«Esta mañana, el barco Sacura, con 11.000 toneladas de soja, salió desde el puerto de Yuzhni. La embarcación Arizona, con 48.458 de toneladas de maíz, partió desde el puerto de Chernomorsk hacia la ciudad turca de Alejandreta», publicó el ente castrense en su cuenta de Twitter.
También este lunes, la primera embarcación con productos agrícolas ucranianos que zarpó tras en el marco del acuerdo de desbloqueo alimentario firmado con Rusia, con la intermediación de Turquía, llegó al punto de destino, informó este lunes el Ministerio de Infraestructura de Ucrania.
«El barco Polarnet, uno de los primeros que participó en la iniciativa de transporte seguro de granos y alimentos desde puertos ucranianos, pasó felizmente el control por el grupo de inspección en Estambul y arribó al punto de destino en Turquía», comunicó el Ministerio en Telegram.
El 22 de julio, Rusia, Turquía y la ONU firmaron un acuerdo que busca desbloquear la exportación de grano y fertilizantes de Ucrania.
La crisis energética
En medio de la crisis feroz energética que gatilló el conflicto ruso-ucraniano, en tanto, este lunes se informó que el próximo martes entrará en vigor el acuerdo de la Unión Europea (UE) para reducir el consumo de gas ruso tras las reducciones del suministro.
En el acuerdo, cada integrante del bloque se compromete a hacer todo lo posible para reducir el consumo de gas en al menos un 15% entre el 1 de agosto de 2022 y el 31 de marzo de 2023 respecto de la media del mismo período en los últimos cinco años.
Para poder realizar un monitoreo preciso, cada Estado deberá «actualizar su plan nacional de contingencia a más tardar el 31 de octubre de 2022», agregó el texto.
De los 27 Estados que integran el bloque, Hungría es el único que votó en contra del plan, calificado de «inaplicable y perjudicial» por el canciller de ese país.
Hasta el año pasado, cerca del 40% de las importaciones de gas de la UE provenían de Rusia.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen llamó a los Estados miembros a «prepararse para el peor escenario», que sería el de un cese de las entregas de gas por parte de Rusia.