La Cámara de Diputados bonaerense no logró el quórum necesario y se cayó la sesión especial que había sido pedida por La Libertad Avanza para tratar proyectos sobre la suspensión y eliminación de las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en la provincia. Sin embargo, el encuentro dejó tela para cortar: el axelismo sí bajó al recinto y además presentó proyecto propio a medida de lo que había pedido el gobernador Axel Kicillof.

La reunión, que había sido convocada para las 11 horas, fracasó ya que no se logró reunir el número de 47 diputados necesario para iniciar el debate. La presidió el diputado del PRO, Adrián Urreli, ya que el presidente de la Cámara baja, el massista Alexis Guerrera, no bajó, ni tampoco lo hizo el vicepresidente, Alejandro Dichiara.

Sólo se sentaron en el recinto los diputados libertarios, los del PRO, los de la Coalición Cívica y los de Unión por la Patria -10 sobre un total de 37- que están enrolados en «Derecho al Futuro», es decir que responden al gobernador. Sumaron 32 diputados en total.

No bajaron los legisladores que militan en La Cámpora ni los del Frente Renovador, lo que dejó expuesta por primera vez la grieta interna que existe en Unión por la Patria y que se acrecentó tras el lanzamiento del espacio político axelista. La discusión de fondo sigue y aún no hay acuerdo entre Kicillof, Cristina Kirchner y Sergio Massa por la fecha de la elección general.

Tampoco dieron quórum los libertarios dialoguistas de «Unión, Renovación y Fe», en este caso para no darle la victoria a los libertarios «puros» que son conducidos por Agustín Romo, quien había solicitado la sesión. Los radicales de UCR + Cambio Federal, que responden al senador Maximiliano Abad, ni los de Acuerdo Cívico UCR-GEN, alineados con Facundo Manes, Martín Lousteau y Margarita Stolbizer, tampoco se sentaron en sus bancas.

Los legisladores presentes sesionaron en minoría y pidieron la palabra para hacer catarsis por el faltazo de los otros bloques pero, en especial, para cuestionar al peronismo al que acusaron de estar ocupado en su interna en lugar de fijar el cronograma electoral bonaerense.

El primero en hablar fue Romo, el presidente de la bancada de LLA, quien leyó un discurso en el que le facturó a Unión por la Patria no bajar al recinto para tratar el pedido de suspender las PASO que formuló el propio gobernador al abrir las sesiones ordinarias de la Legislatura el último 5 de marzo. «Queremos reglas claras para estas elecciones. No puede ser que la institucionalidad de la provincia de Buenos Aires esté condicionada a la interna del oficialismo, es una falta de respeto. Hoy esta Legislatura podría estar votando la suspensión de las PASO y asimismo destinar esos fondos a Bahía Blanca, pero parece que para algunos es muchísimo más urgente la política y la especulación que ayudar a los bahienses», señaló y los chicaneó: «Por esto perdieron en 2023 y es por eso que vamos a ganar este año y en 2027».

También habló el presidente de la bancada del PRO, Matías Ranzini. «Tenemos que concentrarnos en dar una salida política, seria y madura a esto que pidió el gobierno hace 15 días. Y es esta Legislatura la que tiene que discutir. Por sí, por no, pero en base al diálogo, en base al consenso, por es hoy era una situación fantástica para poder avanzar sobre el tema», se lamentó al tiempo que le pidió a Kicillof que «ponga la fecha de la elección» y que «tenga el coraje más allá de las internas políticas».

Los cruzó la diputada axelista Susana González, de Unión por la Patria, una de las que bajó al recinto por el oficialismo. Primero chicaneó a Romo por leer su discurso, algo que no está permitido por el reglamento interno. «Si uno tiene que venir a hablar, que hable, que no lea, no hay que ser burro. La política está demandando seriedad. Y como están matando seriedad y nosotros somos coherentes, a nosotros nos convocó el presidente de la Cámara y, como somos coherentes, estamos acá», señaló.

Luego habló del nuevo proyecto que presentaron los legisladores alineados en «Derecho al Futuro» que suspende las PASO pero incluye también modiicaciones en los tiempos legales para llamar a elecciónes, tal como venía pidiendo el Ejecutivo. «No hay quórum, nosotros estamos acá. El gobernador necesita la herramienta de suspensión de las PASO, nosotros estamos acá. Hay un proyecto que presentó nuestro compañero Rubén Eslaiman, que es el que nosotros queremos debatir y queremos ampliar», aclaró en referencia al expediente impulsado por el Frente Renovador. Y agregó: «A ese proyecto le faltan algunas apreciaciones, no pasa todo por suspender las PASO. Hay que dejar en claro un montón de cosas. Para eso también nosotros hemos presentado un proyecto en el día de ayer».

Finalmente, González le pidió a la oposición que «deje el circo» y se ponga a trabajar para que en la próxima sesión del 27 de marzo se pueda debatir y suspender las primarias. «Estoy acá. Los que no quisieron bajar sabrán por qué no. Lo que nosotros tenemos en claro es que de acá al 27 la política, no el circo, la política tiene que juntarse, tener reunión de comisión y tratar de tener el instrumento que nos está demandando los bonaerenses. Esa es la posición que nosotros venimos a fijar acá», dijo y cerró: «Las internas del oficialismo las va a resolver el oficialismo. Ustedes resuelvan las de ustedes».

Qué dice el proyecto kicillofista

El proyecto que ingresó en las últimas horas a la cámara baja propone suspender las elecciones PASO y, al mismo tiempo, adecuar por única vez los plazos legales para llamar a las elecciones generales en la provincia y contar así con más tiempo.

El texto lleva las firmas de los diputados Gustavo Pulti, Susana González, Lucía Iañez, Mariana Larroque, Ana Luz Balor, Liliana Pintos y María Laura Aloisi. Todos integran el MDF.

Los legisladores proponen que la convocatoria a elecciones se realice con no menos de cien días (en la ley actual es de 60 días); que el reconocimiento de alianzas transitorias se realice hasta 80 días antes; que las listas se cierren 70 días antes de los comicios y que las boletas se oficialicen con al menos 50 días de anticipación, replicando así la normativa que rige a nivel nacional.

Los cambios son los que el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, había planteado el lunes último en conferencia de prensa en Gobernación cuando argumentó que si sólo hay 60 días para convocar a la elección general, los demás plazos quedarán muy acotados para cumplir con los pasos del proceso electoral.