Los trabajadores de la Casa de la Moneda se defendieron tras conocerse la desaparición de 26 planchas para imprimir billetes de 200 pesos y acusaron a la gestión de Cambiemos de haber favorecido el hecho por medio de los despidos de personal y el levantamiento de los controles de los procesos de impresión.
La administración del ente público consignó este martes que abrió una investigación interna para resolver el caso y no descartó denunciar a miembros del personal en caso de hallar irregularidades.
Aunque Casa de la Moneda publicó el caso en las últimas horas, los empleados informaron que el faltante se conoció en marzo y sospechan que la actual gestión ocultó deliberadamente los datos para reflotarlos ahora con el fin de justificar nuevos despidos.
Un contacto sindical señaló a Tiempo que “la realidad es que Casa de Moneda echó a 500 trabajadores desde que empezó esta gestión y en ese contexto quitó un montón de controles sobre los pliegos. Esto es todo responsabilidad de las autoridades”.
La fuente prosiguió: “Ahora buscan responsables pero los que levantaron los controles son ellos. Entre los diferentes procesos de fabricación de los billetes había controles de pliegos al cabo de los que se hacía un balance. En la nueva gestión muchos de esos controles se levantaron y además se despidieron fiscales que acompañaban a los pliegos y cuidaban la seguridad de esos materiales, tanto en la planta central como en la de Don Torcuato”.
El personal del organismo señaló a los directivos Marcelo Pose, José Luis Lacoste y Fernando Pereyro, quienes “en pos de ser super competitivos y productivos destruyeron los controles y llevaron los estándares a la mínima expresión. Hoy tenemos faltantes de pliegos y no sabemos dónde están”.
Fuentes del organismo dependientes de Presidencia de la Nación informaron a Tiempo que se constató la falta de 26 pliegos con capacidad para fabricar 28 billetes cada uno. Multiplicado por 200 la producción potencial es de 450.600 pesos.
En reserva, los consultados descartaron provisoriamente la hipótesis del robo e informaron que el hecho “se está investigando porque podría haber sido un accidente fabril”. Según dijeron, “es posible que los pliegos se hayan malogrado en el curso de los procesos y subprocesos” que se cumplen en la impresión de billetes.
Los voceros contaron que hay “una parte del proceso en el que se usan unas hojas de prueba que se destruyen” y no está descartado que las planchas desaparecidas puedan haberse mezclado con las primeras.
En la institución consignaron que no se pronunciarán formalmente sobre el caso hasta que la investigación dé frutos. Mientras tanto las fuentes concedieron que el suceso “no es habitual para nada” y que “no es para naturalizar” pero agregaron que “tampoco es significativo porque el dinero que se puede imprimir con lo que falta no llega los $150 mil”.
La pesquisa es interna y alcanza a un número de trabajadores y técnicos de distintos niveles que intervinieron en el proceso de fabricación. “En el eventual caso de que haya delito se harán las denuncias correspondientes pero es poco probable”, contó uno de los consultados.
Y agregó: “Se está haciendo una sumarial para que las personas involucradas en el proceso cuenten qué pasó”.
Por últimos, los trabajadores remarcaron que el caso de la polémica “fue en marzo igual que el proceso” e insistieron con que “no sabemos por qué vienen ahora con esto. Seguramente querrán echar más gente sin tener que pagarles nada. Buscarán responsables o algo por el estilo pero la responsabilidad es de la gestión, que desarmó la seguridad de un organismo en el que esto no pasó nunca”.