La última audiencia del debate comenzará a las 12 en el edificio judicial situado en Almirante Brown y Colón, donde el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 3 juzgó al presunto autor material del secuestro y asesinato de Candela Sol Rodríguez, Hugo Bermúdez (59), a quien supuestamente hizo el llamado extorsivo, Leonardo Jara (37), y al único que llegó en libertad al proceso, Fabián Gómez (45).

«Que a Bermúdez le den perpetua me daría un poco de alivio pero hace rato que no tengo expectativas porque este juicio fue una farsa, los fiscales estuvieron en contra mío y dijeron que nunca aportamos pruebas», aseguró a Télam Carola Labrador, madre de Candela.

La mujer se quejó porque durante los seis meses que duró el debate oral «nunca citaron al fiscal de instrucción Marcelo Tavolaro», el cual para ella «armó toda la causa» y consideró que el juicio fue «un gasto de plata para el Estado porque no quisieron investigar quién estuvo detrás del crimen».

El 20 de julio último, los fiscales Pablo Galarza, Antonio Ferreras y Mario Alberto Ferrario expusieron sus alegatos y solicitaron prisión perpetua para Bermúdez y Jara y ocho años de cárcel para Gómez.

El fiscal Ferrario, que intervino en la instrucción de la causa, sostuvo que los dos primeros fueron coautores de “privación ilegal de la libertad coactiva seguida de muerte” y el tercero fue «partícipe secundario» del secuestro sufrido por la niña.

En los alegatos, Galarza dio por acreditado que Candela fue víctima de abuso sexual pero no imputó a ninguno de los acusados de ese delito para no modificar la carátula con la que habían llegado a juicio y evitar que las defensas puedan plantear alguna nulidad.

Para el funcionario judicial, el 22 de agosto de 2011 Candela «fue sustraída por tres sujetos en una camioneta Ford EcoSport negra», la mantuvieron cautiva algunos días en la localidad de San Martín y luego estuvo en Villa Tesei, partido de Hurlingham.

Allí, primero estuvo secuestrada en una vivienda de la calle Kiernan 992, conocida por la prensa como «la casa rosa» (para la querella no fue llevada a ese inmueble) durante un breve lapso y después la trasladaron a otra propiedad de Cellini 4085, que estaba abandonada.

Según el fiscal, entre las 20.30 del 29 de agosto y las 8.30 del día siguiente, Bermúdez «abusó sexualmente de la niña con un elemento duro por vía anal y la sofocó» tapándole la nariz y la boca mientras la sostenía desde atrás.

Respecto de Jara, Galarza afirmó que realizó el llamado extorsivo a la familia de Candela mientras estaba cautiva y sostuvo que «su suerte está echada por las pericias de voz» efectuadas por Gendarmería Nacional.

Mientras que a Gómez lo situó en la casa de Kiernan por dichos de un vecino que lo vio allí cuatro días antes del hallazgo del cuerpo de Candela a 30 cuadras de esa propiedad y por llamadas que mantuvo con los otros dos imputados.
En tanto, el fiscal Ferreras dijo que se halló ADN de la nena en un bol y en una taza de la casa Kiernan y de Bermúdez en un palo de madera de la casa de Cellini y dentro de una taza que se encontraba en la vivienda de la ex concubina de Jara, lo que prueba la vinculación entre ambos.
Por su parte, Román Makinistián, abogado de Nancy Carola Labrador, pidió al TOC 3 que condenen a prisión perpetua a Bermúdez y Jara, tras lo cual consideró que Gómez debía ser absuelto por el beneficio de la duda.

El letrado acusó a Bermúdez y Jara como autor y coautor, respectivamente, de los delitos de «privación ilegal de la libertad coactiva seguida de muerte» y, a diferencia de la fiscalía, al primero le agregó el de «abuso sexual doblemente ultrajante».

En tanto, los defensores oficiales Luis Carpaneto y Rodolfo Jorge, quienes representan a Gómez y Hugo Bermúdez, respectivamente, pidieron la absolución por «falta de pruebas».

Los abogados rechazaron la acusación de los tres fiscales de juicio y durante casi siete horas expusieron sus argumentos ante el TOC 3 de Morón, integrado por los jueces Diego Bonanno, Raquel Lafourcade y Mariela Moralejo Rivera.

El último en alegar fue el abogado particular Adrián Corvalán, quien solicitó que su defendido Jara sea absuelto ya que «la única prueba» que hay contra él fue «manipulada».

El letrado se refirió así el peritaje de voz que determinó que el imputado llamó por teléfono a la familia de Candela y dijo: «Hasta que esa c…… (por Carola Labrador, la madre de la víctima) no devuelva la guita, a la nena no la vas a ver nunca más. Que le pregunte al marido dónde dejó la guita».